Tres décadas atrás se creía que la oferta agrícola sólo podía provenir de regiones templadas. Brasil tiró por la borda ese paradigma obsoleto y se transformó en una potencia agroindustrial.
La consultora brasileña AgRural actualizó la proyección de cosecha de soja 2025 de ese país para ubicarla ahora en 165,9 millones de toneladas, una cifra 2,3 millones menor a la prevista un mes atrás.
De todas maneras, a pesar del ajuste, Brasil va camino a lograr una cosecha récord histórica que sería –según AgRural– 18,2 millones de toneladas mayor a la recolectada en 2024.
AgRural indicó que una sequía registrada en el sur de Brasil, que afecta principalmente al estado de Rio Grande do Sul, redujo la perspectiva de producción en esa jurisdicción a 15 millones de toneladas, un recorte de 3,0 millones en comparación con el pronóstico de febrero. No se descartan nuevos ajustes ante la persistencia del déficit hídrico.
Las reducciones previstas en el sur de Brasil han visto mitigadas por el rendimiento extraordinario logrado en Mato Grosso –la “zona núcleo” brasileña–, que experimentó muy buenas condiciones climáticas en el ciclo del cultivo de soja.
Mato Grosso por sí solo debería producir 49,5 millones de toneladas este, lo que superaría la cosecha total de Argentina, que suele ser el tercer mayor productor mundial, donde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé que la producción nacional alcance 48,6 millones de toneladas.
Los estados de Paraná y Goiás también tendrían este año un buena cosecha de soja, mientras que el resto de las jurisdicciones lograrían mantener o incrementar levemente la oferta de poroto.