Brasil, una nación que importa grandes cantidades de trigo, en el ciclo 2021/22 aprovechó los elevados precios internacionales del cereal para realizar exportaciones en un nivel récord.
Mientras que en la Argentina, con una cosecha sustancialmente superior, el gobierno de Alberto Fernández intervino el mercado de trigo, en Brasil, donde rige el libre mercado, las compañías agroindustriales aprovecharon el nuevo escenario planteado por el conflicto ruso-ucraniano para exportar un récord de 3,15 millones de toneladas del cereal.
¿Cómo lo hicieron? ¡Atentaron, malvados, contra la “mesa de los brasileños”! Nada que ver. De hecho, el consumo interno de trigo en 2021/22 subió respecto de la campaña anterior.
La receta no tiene ningún misterio para gente que vive en un país gobernado por personas razonables: los brasileños se “comieron” el stock de reserva y aumentaron las importaciones de trigo.
Pero, ¿cómo dejaron que sucediera eso? ¡Sí podía cerrar el mercado y evitar que se exportara para tener que importar! Bueno, esa es precisamente la magia del mercado, dado que probablemente exportaron trigo caro para importar trigo barato con el propósito de obtener una utilidad económica.
El premio de tal política, es decir, de aplicar el sentido común, es que este año, según estimaciones oficiales (Conab), el área de trigo en Brasil será de 2,88 millones de hectáreas, una cifra 5,4% superior a la de 2021, lo que permitiría generar, si no aparecen contratiempos climáticos, una cosecha de 8,35 millones de toneladas versus 7,67 millones en el ciclo anterior.
Argentina, el vecino “tonto” de Brasil, restringió en cambio el comercio externo de cereales, en el marco de cuotas de exportación, con el propósito, según indicó el gobierno, de contener la inflación interna, que de todas maneras registra un nivel dramático.
Ante ese panorama y un contexto climático complejo, la producción de trigo 2022/23 argentina va camino a ser sustancialmente menor a la del ciclo anterior en un momento en el cual la demanda global está pidiendo a “gritos” a los países productores que aumenten la oferta del cereal.