Como había prometido ni bien asumió en su cargo y timoneó las negociaciones para habilitar las exportaciones de vaca conserva (que iban a ser liberadas y finalmente terminaron en un nuevo cupo), el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, arrancó sus fotogénicas reuniones con rectores de las universidades nacional y con especialistas del INTA para definir con ellos las políticas de fondo que permitan custodiar los mercados de tres “bienes culturales” de todos los argentinos: el trigo, el maíz y la carne vacuna.
Fue el propio Domínguez quien definió -al lanzar la Ley de Fomento Agroindustrial (de la cual todavía no se conoce el texto porque todavía no fue enviado al Congreso), que esos tres productos serán considerados “bienes culturales” por la actual gestión y por lo tanto, para custodiar que no falten en el mercado doméstico y tengan precios accesibles, se fijarían cada año los “saldos exportables” junto a especialistas del INTA y la universidad pública.
Domínguez había asegurado además que esas reuniones de trabajo con el sector académico se realizarían en noviembre. Pero adelantó esa agenda y sobre finales de octubre ya realizó dos reuniones fundacionales de estos espacios de trabajo, según se informó en una gacetilla oficial del Ministerio de Agricultura.
La gacetilla viene acompañada por una serie de fotos que muestran una agenda intensa de reuniones del ministro con estos nuevos actores de la política agropecuaria doméstica. A los decanos y rectores de las universidades y a los investigadores del INTA que han sido convocados finalmente a ser parte de un decorado, la nueva conducción del Ministerio sumó a técnicos del Senasa y hasta a diplomáticos de la FAO (Naciones Unidas) y el IICA (Organización de estados Americanos) a debatir sobre estos temas.
Uno podría pensar que toda esta movida simplemente responde a las ínfulas con que Domínguez arrancó su gestión, decidido a reconquistar la simpatía de los productores agropecuarios y a relanzar una política pública con eje sobre la producción. Y es más o menos lo que sucedió en todas las reuniones, pues el ministro convocó a todos sus invitados a “trabajar juntos para construir el modelo de desarrollo del sector”.
Pero la jornada de trabajo se llamó: “Ejes estratégicos para la intensificación sostenible de la producción de trigo, maíz y carne bovina”. Es evidente, entonces, que la tentación oficial de regular los mercados de esos “bienes culturales” sigue más viva que nunca, aún a pesar de que hay suficiente evidencia histórica de que otras intervenciones protagonizadas por el kirchnerismo terminaron con la pérdida del 20% del stock bovino argentino o con la cosecha de trigo más pequeña de la historia.
En la jornada participaron representantes de 50 facultades de ciencias agrarias y de veterinaria de todo el país que ya habían sido convocados por Domínguez en su anterior paso por el ministerio de Agricultura, entre 2009 y 2011. En aquella oportunidad, todas esas universidades se jugaron su prestigio en la elaboración de un Plan Estratégico Agropecuario (PEA) que nunca se puso en marcha a pesar de que su redacción demandó un altísimo presupuesto.
Ninguno de los escenarios que proyectaron entonces los expertos del INTA y las universidades se cumplió.
Ahora Domínguez insiste: no solo hay que sentar las bases de una nueva política de desarrollo agropecuario que incluya la preservación de estos “bienes culturales” sino además hacerlo en un contexto mucho más preocupante, pues los productores de alimentos enfrentan una inédita presión desde el ambientalismo.
“La nueva agenda global va a estar vinculada a la calidad ambiental y al cuidado de la tierra”, indicó el ministro, que señaló que las universidades y el sector científico-tecnológico tienen “un rol estratégico” ya que “pueden garantizarnos las herramientas y los cuadros que necesitamos” para el diseño de las políticas públicas.
“Hay que darle protagonismo a nuestros actores nacionales como lo hacen otros países” para fortalecer la estructura productiva, añadió Domínguez.
De la jornada, desarrollada bajo la modalidad de taller, participaron como exponentes los investigadores de la EEA Paraná, Lucrecia Gieco; de la EEA Oliveros, Facundo Ferraguti; el coordinador Programa de Carnes y Fibras Animales del INTA, Juan Mauricio Álvarez; y la directora de Estimaciones Agrícolas del Ministerio, Cecilia Conde.
También participaron Martín Abeles de CEPAL; el representante de IICA en Argentina, Caio Rocha, y el representante de FAO en Argentina y Uruguay, Tito Efraín Díaz Muñoz.
Domínguez también recibió a autoridades universitarias de todo el país junto a su par de Educación, Jaime Perczyk. “Tenemos grandes capacidades nacionales que nos da un diferencial en América Latina. Tenemos una oportunidad ahí de anticiparnos a descifrar las señales que vienen del futuro”, los elogió.
De ese encuentro participaron los rectores y rectoras de Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Marcelo Aba; Universidad Nacional de Entre Ríos, Andrés Sabella; Universidad Nacional de Villa María, Luis Alberto Negretti; Universidad Nacional de Río IV, Roberto Rovere; Universidad Nacional de General San Martín (UNSaM), Carlos Greco; Universidad Nacional de Lanús, Ana María Jaramillo; Universidad Nacional de Jujuy, Mario Bonillo; Universidad Nacional de Mar del Plata, Alfredo Lazzeretti; Universidad Nacional del Sur, Daniel Alberto Vega; Universidad Nacional del Noroeste de la Pcia. Bs. As, Guillermo Tamarit; Universidad Nacional del Litoral, Enrique José Mammarella; Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci; Universidad Nacional de Tucumán, José García; Universidad Nacional de Catamarca, Oscar Alfonso Arellano; Universidad Nacional de Luján, Antonio Francisco Lapolla; Universidad Nacional de Chaco Austral, Germán Oestmann; Universidad Nacional de Chilecito, Germán Antequera; Universidad Nacional de Misiones, Alicia Bohrem; Universidad Nacional de Hurlingham, Walter Wallach; Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), Ernesto Villanueva; Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), David Rivarola; Universidad Nacional de Quilmes, Alejandro Villar; Universidad Nacional de San Antonio de Areco, Jerónimo Enrique Ainchil; el vicepresidente de la Universidad Nacional de La Plata, Marcos Actis; los y las vicerrectoras de la Universidad Nacional de La Pampa, Veronica Moreno; Universidad Nacional de Rio Negro, María Tapia; Universidad Nacional del Nordeste, Mario Urbani; Universidad Nacional de Villa María, Elizabeth Theiler; el jefe de Gabinete de la Universidad Nacional de Villa María, German Cassetta; el decano de la Universidad Nacional de Salta, Julio Naser; la vicedecana de la Universidad Nacional de Santiago. Del Estero, María Ochoa.
“Luego tuvo lugar el análisis de las tres cadenas trigo, maíz y carne en mesas sectorizadas”, completa la gacetilla de prensa oficial.