La nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, afirmó anoche en una entrevista en el canal de noticias TN que no prevé un nuevo aumento de retenciones a las exportaciones agropecuarias, supuestamente uno de los reclamos de la vicepresidenta Cristina Kirchner, y envió otras señales de tranquilidad hacia el sector.
Mientras esto sucedía, de todos modos, el ruralismo ratificó la jornada agropecuaria de protesta del próximo miércoles 13, los ruralistas de CRA ratificaron la “jornada de movilización y cese de comercialización” lanzado por la Mesa de Enlace para el próximo miércoles 13 de julio.
“No se va a devaluar el dólar oficial, el dólar está inserto en muchos precios de bienes y servicios. Cuando uno mira el tipo de cambio multilateral es competitivo y no hay razones para devaluar. Vamos a tener un récord de balanza comercial, pero no estamos en una situación de riesgo. La Argentina necesita exportar. Las empresas están estoqueadas y eso nos pone en una mejor situación para poder exportar”, declaró Batakis, que en otro tramo de la entrevista descartó una suba de la presión impositiva y ratificó el rumbo del plan económico.
El Consejo Directivo de CRA, la entidad con mayor despliegue territorial, no tuvo en cuenta estas promesas de estabilidad y en un plenario de su consejo directivo, conformado por 16 Confederaciones que integran la entidad, dispuso ratificar la medida de fuerza anunciada la semana pasada por la Mesa de Enlace. Esto es un paro agropecuario que no tendrá ningún impacto y será simbólico, si no se extiende. Y la manifestación de grupos de productores a la vera de algunas rutas.
En un comunicado, de paso, CRA trató de desandar los yerros de su presidente , Jorge Chemes, cometidos la semana pasada, durante el anuncio. Al anunciar el paro, el dirigente entremezcló esa protesta con un documento que horas antes habían firmado entidades de toda la cadena agropecuaria, que luego parecieron avalar la protesta. La confusión provocó rispideces de todo tipo.
Por eso, en un comunicado, el Consejo Directivo de CRA primero decidió “revalorizar el documento firmado por más de 35 Cámaras y Asociaciones empresarias, del pasado 29 de junio, en donde se hace una descripción de los principales problemas que enfrenta el país, su grave situación económica y la falta de rumbo cierto”, antes de ratificar en un segundo punto la protesta que se limitará solo a las entidades de la Mesa de Enlace.
La conducción de CRA, por otro lado, manifestó “su honda preocupación, por la situación general, que excede al campo y que compromete a la población en general, sumida en la angustia, la pobreza y la desocupación, de no saber hacia dónde vamos económicamente, con inflación intolerable, sin crédito externo o interno, tipos de cambio incontrolables, brecha cambiaria, sin referencia de precios internos, ventas paralizadas, temor y violencia, inseguridad y vacío político sin precedentes”.
También sostuvo “la necesidad imperiosa de que el Estado asegure la provisión de gasoil, frente a la parálisis que sufre la comunidad en general, debiendo constantemente mendigar litros, para desarrollar su vida cotidiana o pagar sobreprecios para poder trabajar con continuidad”.
También criticó las amenazas de Batakis y otros funcionarios de aplicar un impuesto a la Renta Presunta del sector estos meses, por la suba de los precios internacionales. En este sentido, CRA repudió “la constante invocación de funcionarios de Gobierno que insisten con formulaciones ridículas, de sumar presión fiscal impositiva, imaginar ingresos extraordinarios o tratar al sector agropecuario como un enemigo a expoliar”.
Adicionalmente, y excediéndose de la agenda agropecuaria, la entidad rechazó “aquellos proyectos destinados a destruir la independencia de poderes, la Corte Suprema y el valor de la justicia, para lograr fines personales”, en una clara referencia al intento del oficialismo de ampliar el número de los jueces del máximo tribunal, cuya discusión fracasó en el Senado en las últimas horas y se atribuye a los intereses particulares de la vicepresidenta.
“Por todo ello, el 13 de julio estaremos, sin comercializar, demandando un cambio de rumbo cierto en lo económico y una modificación urgente de la política de abastecimiento de combustibles, pues resulta imposible continuar bajo las circunstancias políticas y económicas del presente, lo haremos en paz y con la consigna que defenderemos nuestros derechos, ante los atropellos de un Gobierno, que no escucha y que nos somete a la incertidumbre y la desazón día a día”.