El sector azucarero arrancó 2024 con la amenaza de que los elevados excedentes de caña, debido a una fuerte recuperación de la producción luego de varios años de sequía en el norte, provocaran una nueva crisis en la actividad, debido a los excesos de oferta.
Pero el Centro Azucarero Argentino, en su balance anual, destacó que “al final del período habrá un stock ajustado para la transición a la próxima zafra”, ya que se pudo desarrollar en paralelo un plan exportador para sacar esos excedentes del mercado, a la vez que se incrementó el desvío de azúcar para la elaboración de alcohol y bioetanol, cuya producción superó los 571.000 m3.
“La producción de la zafra azucarera de 2024 no alcanzó el volumen proyectado inicialmente, pero fue una de las más importantes de la historia argentina por el muy buen ritmo de molienda logrado. Por ejemplo en Tucumán, donde en varias quincenas el promedio diario fue superior a las 120.000 toneladas de caña bruta”, comentó el presidente del Centro Azucarero, Jorge Feijóo.
Concluida la molienda de todos los ingenios, el directivo advirtió que de los relevamientos de existencias en ingenios, cañeros, almacenadoras, comercializadoras y fraccionadoras surge que el abastecimiento al mercado interno está asegurado aunque “al final del período habrá un stock ajustado para un mes de transición a la próxima zafra”.
Estos relevamientos “permiten conocer cómo evoluciona el consumo y sirven para asegurar que el azúcar que se destina a exportaciones y producción de alcohol no ponga en riesgo el abastecimiento del mercado interno”.
En relación con las exportaciones, Feijóo precisó que “el 75% del azúcar con contrato de exportación ya salió del país. Al 30 de noviembre se habían despachado 441.578 toneladas, y sólo estaban pendientes de despacho 168.000, que tienen barcos agendados o están transportándose a Chile a un ritmo de 20.000 por mes”.
En este sentido, subrayó que “las exportaciones de este año son todo un récord del sector que permite afianzar a nuestro país como primer proveedor de azúcar al mercado chileno”.
Por otro lado, Feijóo comentó que la producción de alcohol de la campaña aún no ha finalizado. Al 30 de noviembre se habían producido 516.000 m3 y estimó que llegarían a unos 571.000 m3 con el fin de 2024. Esta producción de alcohol, además de la melaza, representa aproximadamente 580.000 toneladas de azúcar.
Es decir que entre exportaciones de azúcar y elaboración de bioetanol, el complejo pudo administrar con criterio sus excedentes, evitando una nueva crisis de precios que podría hacer afectado especialmente a los pequeños productores de Tucumán.
En relación con las expectativas para la próxima zafra, Feijóo recomendó “esperar la estimación fundada de la Experimental Obispo Colombres, que será en abril o mayo”, aunque estimó: “Suponiendo que se repita la estimación de este año, porque el cañaveral será prácticamente el mismo, quizá con algo más de rendimiento cultural por las lluvias de primavera, la zafra próxima encuentra al sector mucho más organizado para la producción y comercialización de sus productos”.
“Las 600.000 toneladas de azúcar exportadas en 2024 son una base óptima para el plan exportador 2025 para el que, de hecho, ya se están cerrando contratos en forma anticipada, como lo hacen los principales países productores del mundo, caso Brasil, que ya tiene 50% del azúcar fijada de la zafra 25/26 y 7% de la zafra 26/27”, subrayó el dirigente empresario.