El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, destacó en redes sociales la recuperación del empleo registrado en el sector manufacturero. Pero no dijo nada con respecto a la situación presente en el cartera que preside.
Así que en Bichos de Campo fuimos a buscar las estadísticas oficiales del nivel de empleo en el agro argentino para verificar que en noviembre de 2022 –último registro disponible– la cantidad de trabajadores en el sector fue de 309.800, una cifra 3,0% inferior a la registrada en el mismo mes de 2021. Con respecto a noviembre de 2019 (pre-pandemia), la caída en el nivel de empleo registrado es del 5,7%.
El empleo industrial ya superó en un 8% al de los niveles prepandémicos de diciembre de 2019.
Sergio Massa desde @Economia_Ar y @dmvasco desde @produccion_arg siguen trabajando para que ese número crezca cada vez más. #CreoEnArgentina pic.twitter.com/M6PZPzzRTj
— Juan José Bahillo (@JuanjoBahillo) February 4, 2023
Las estadísticas muestran que el agro viene expulsando trabajadores de manera sistemática desde comienzos de la segunda década del presente siglo y ese fenómeno coincide con la masificación de los planes sociales a nivel tanto nacional como provincial.
Al tratarse de un sector que requiere mano de obra estacional para realizar diferentes actividades en los distintos momentos del año, cada vez es menos la gente que quiere aceptar trabajos “en blanco” por temor a ser dado de baja del registro de beneficiarios de planes sociales.
Si bien la gestión de Alberto Fernández intentó implementar una normativa orientada a subsanar ese problema, la misma no resultó efectiva y el inconveniente para encontrar personas dispuestas a trabajar de manera formal es cada vez mayor.
Un dato preocupante es que en octubre y noviembre pasados la cantidad de empleados registrados en el agro argentino cayó por debajo de las 310.000 personas, algo que no había ocurrido hasta ese momento.
Los máximos estacionales también vienen descendiendo: mientras que en marzo de 2011 se habían registrado más 355.000 trabajadores en el sector, una década después esa cifra había caído a 332.200 y en marzo del año pasado siguió en descenso para ubicarse en 328.000.
La pérdida de empleo en el sector agropecuario –que comprende tanto actividades extensivas como intensivas– coincide con una caída en el nivel de actividad, el cual en varios rubros está “disfrazado” por una suba de los precios internacionales de los productos agropecuarios.
El déficit de infraestructura –como caminos rurales intransitables durante los períodos de lluvias intensas– o la falta de servicios básicos en regiones agropecuarias tampoco contribuye a consolidar el arraigo rural y, en consecuencia, conspira contra la posibilidad de generar trabajo en el agro.
Ahora bien, ¿qué dicen las estadísticas sobre el empleo agroindustrial? El último dato oficial, correspondiente al segundo trimestre de 2022, muestra que los diferentes rubros empleaban para entonces a 372.046 personas, una cifra 1,5% superior a la registrada en el mismo período de 2019 (pre pandemia).
Se trata de una suba modesta, pero suba al fin, que fue liderada por los sector de elaboración de almidón, balanceados, bebidas alcohólicas y frigoríficos.