El carbunclo es una zoonosis que puede ser prevenida y controlada a través de la vacunación, pero a nivel nacional se continúan observando daños causados por Bacillus anthracis, una enfermedad bacteriana que se caracteriza por producir muerte súbita en bovinos y se ha vuelto endémica en el país.
Como cada año, desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (Caprove) se presentó un informe de situación elaborado por Ramón Noseda del Laboratorio Azul. El mismo mostró que en 2020 Senasa aprobó para su uso y comercialización 29.495.040 dosis de vacuna anticarbunclosa de uso veterinario, unas 3.430.240 dosis más que en el año 2019.
Los distintos indicadores evaluados en el informe del Laboratorio Azul demuestran avances significativos pero no suficientes para el control total de esta enfermedad fatal.
De hecho, durante el 2020 se relevaron dos brotes de carbunclo bovino en los partidos de Pehuajó y Adolfo Alsina. “Esto demuestra la endemicidad de esta zoonosis, aunque se puede observar una evolución favorable cuando se compara con los 31 brotes ocurridos en el 2013”, apunta el informe.
“Para encontrar una solución a esta situación es importante que tanto los productores ganaderos como las autoridades sanitarias relacionadas con la salud animal tomen conciencia al respecto”, añadió, resaltando al respecto que existe un “Programa de Vacunación Obligatorio” contra la enfermedad.
“La vacuna anticarbunclosa es una de las más económicas y eficientes del mercado veterinario argentino”, concluyeron desde Caprove.