Un cálculo hecho por economistas de la Bolsa de Rosario (BCR) sobre el impacto del reciente aumento del precio del gasoil actúo como disparador de esta pregunta: ¿Cuánto es el consumo anual de ese combustible por parte de los productores y cómo podría aliviarse esa pesada mochila?
Primero lo primero: ¿Cuánto gasoil consume el agro? Históricamente se ha dicho que una tercera parte del total, lo cual parece ser exagerado. En principio, en la actividad directa de producir, los productores habrían utilizado el año pasado el 14% del total, lo cual ubica al agro como segundo mercado en importancia de las petroleras, pero muy por detrás del público que tiene motores gasoleros, y que consumió el 48% de los 15.575.263 metros cúbicos de gasoil volcados al mercado.
Según datos de la consultora Ramos y Asociados, al rubro agropecuario fueron a parar 2.208.406 metros cúbicos de gasoil, apenas por encima del combustible que consumen las usinas térmicas para producir gran parte de la electricidad que se consume en el país. Adicionalmente se puede sumar a la cuenta del agro parte del 8% (1.240.270 metros cúbicos) que corresponden al rubro transporte de cargas.
Este cálculo sobre el consumo de gasoil por parte de los productores coincide bastante con el de la Bolsa de Rosario, que es un informe habla de 2.088 millones de litros de gasoil utilizados en la campaña agrícola 2021/22, es decir solamente para la producción de granos dentro de los campos, sin los fletes a puerto.
De ese modo llega la BCR a estimar que el reciente aumento de precios para los combustibles dispuesto el 1 de febrero, que elevó los precios en promedio un 9%, implicará un sobrecosto este año para los productores de 10.405 millones de pesos o cerca de 103 millones de dólares (al tipo de cambio oficial).
Pero lo interesante, más que ese aumento, es a cuánto ascenderá la factura total para el agro por su consumo de gasoil este año, o lo que es decir cuánto dinero cambiará de manos, de los productores a las petroleras y el Estado (hay que recordar que el peso de los impuestos representa el 41% del precio final al consumidor de las naftas y el 37% del gasoil).
Según este cuadro de la BCR, teniendo en cuenta un nuevo precio promedio para el gasoil de uso agropecuario de 92,43 pesos por litro, la factura total que le llega al agro por este concepto sería ahora de 187 millones de pesos, o el equivalente a unos 1.850 millones de dólares al valor oficial de la divisa, o la mitad si se tomara el valor libre del dólar. Pero como los productores cobran sus granos también el dólar oficial, lo que corresponde es hacer el primer cálculo.
¿Es mucho o poco gastar 1.850 millones de dólares por año en gasoil? Frente a los altos precios internacionales de los granos, no parece ser demasiada la incidencia, ya que el valor de la cosecha 2021/22, que aportó 125 millones de toneladas de granos, llegó a ser de más de 40.000 millones de dólares. Pero sin duda es una cuenta que se podría comenzar a reducir. En principio, porque de los 1.850 millones mencionados, hay unos 680 millones de dólares que corresponden a impuestos.
Pero otro modo de reducir esa factura sería dar pasos más firmas hacia la convivencia del gasoil, que es un combustible no renovable, con el biodiésel que se produce a partir del aceite de soja. Esto, a la vez de achicar costos, aplacaría la emisión de gases de efecto invernadero desde la quema de hidrocarburos. Reduciría la llamada huella de carbono.
Justamente el estudio elaborado por Ramos y Asociados muestra que la Argentina ha tenido una política muy errática en este sentido, porque luego de llegar a un pico de 9,5% en el 2017, el corte obligatorio de gasoil con biodiésel se redujo a mínimos históricos de 3,6% en 2021, el mínimo histórico desde que esta innovación tecnológica es posible y fue incorporada en la política de combustibles de la Argentina. En esto tiene que ver el desmantelamiento parcial -para su posterior renovación- de la Ley de Biocombustibles sancionada en 2006.
Ese trabajo propone retomar la estrategia de llevar el corte al 10% para los vehículos que andan a gasoil, ya que la industria nacional del biodiesel tiene actualmente una capacidad ociosa del 60% y podría producir 2.4000.000 toneladas anuales más del combustible verde. Pero a la vez, el país continúa importando, tanto para su consumo automotor como para hacer funcionar las usinas eléctricas, más
de 3 millones de toneladas de gasoil al año. Esto implica la salida de 2.400 millones de dólares, que es mucho más de lo que gasta el agro en comprar gasoil.
En ese camino, el hecho de solo reponer el corte general del gasoil al 10% desde el actual 3,6% permitiría sustituir 780.000 tonelada/año de gasoil importado y ahorraría divisas por 624 millones de dólares, apuntó el documento.
Pero además, y pensando en el gasto directo de los productores, Costa y Asociados propone comenzar a cortar el 15% del gasoil agropecuario con biodiésel, lo que permitiría sustituir otras 200 mil tonelada/año del combustible importado, con un ahorro adicional de 160 millones de dólares.
Y todo esto podría hacerse rápido, mientras esperamos la llegada al país de los primeros tractores eléctricos.