Con el fin de mayo se agotó el plazo que había impuesto la ex ONCCA (Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario) a los molinos harineros para colocar los nuevos Controladores Electrónicos de Molienda de Trigo (CEMT). Los resultados de ese operativo -que apuntan a poner en caja a quienes evaden por cerca de 2.000 millones de pesos solo en ese sector agroindustrial- han sido elocuentes antes de comenzar, pues en abril se registró un crecimiento del 15% en los volúmenes de molienda.
En los despachos de Agroindustria, el equipo de trabajo que comanda Marcelo Rossi mostraba ayer mucha satisfacción, pues de los 161 equipos vendidos (por nueve empresas proveedoras de los CEMT), ya había más de 140 que estaban en funcionamiento y transmitiendo datos hacia el centro de monitoreo. El sistema es semejante al que funciona desde hace varios meses para los frigoríficos de bovinos. En el caso de los molinos se controla electrónicamente el caudal de trigo que se muele y otros datos, como el consumo de electricidad de la maquinaria.
El auspicioso comienzo de este plan de control sobre una cadena -donde se llega a evadir en todos los eslabones más de 10 mil millones de pesos al año- se explica bastante en el cerrado apoyo de la Federación de la Industria Molinera (FAIM).
Ver: Un 15% de los molinos no instaló los controladores y se comió una clausura
Diego Cifarelli, titular de esa entidad, explicó a Bichos de Campo que incluso antes del inicio del periodo de uso obligatorio de este equipo controlador el plan antievasión está dando resultados.
“Lo que esperábamos empieza a mostrarse, ya que en abril, aún sin funcionar a pleno, los volúmenes oficiales de molienda de harina mejoraron 15%”, destacó el empresario. A la imposición oficial de colocar los CEMT, la ex ONCCA lanzó en las últimas semanas una serie de controles para verificar la situación de cada planta. Allí especulan que solamente con estos amagues, que a partir de junio serán más intensos, se lograron blanquear unas 50 mil toneladas de trigo que antes se molían sin declarar.
Cifarelli confirmó esta situación. “Entre exportación y mercado interno, durante abril se alcanzaron más de 500.000 toneladas molidas, y los datos oficiales dan cuenta de que es el mejor mes de molienda de los últimos 15 años”.
De este modo, para Cifarelli este mecanismo “mejora la situación compleja que se daba por ventas marginales, y es un beneficio no sólo para el sector sino también para el Estado y para los consumidores, porque tenemos la tranquilidad de que lo que llega a destino, llega como corresponde”.
Estos controladores, que dependerá de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, implican para Cifarelli, “un gran trabajo de Marcelo Rossi y su equipo, y es una muestra más de la buena convergencia público- privada”. Y concluyó en que “iremos por la parte que nos toca, edificando una molinería que ya lleva más de 200 años y queremos que viva 200 años más”.