El 30 de agosto del 2021 las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Departamento de Sanidad Vegetal (DSV) de Brasil firmaron un acuerdo para implementar un Sistema de Mitigación de Riesgo para la “polilla de la vid” (Lobesia botrana), que permitiría exportar uva fresca desde nuestro país sin ser tratada previamente con bromuro de metilo. Recientemente, se concretó el primer envío desde San Juan y Mendoza al país vecino.
“Se abrió la posibilidad de llegar con una fruta de mejor calidad, porque con la aplicación de brumuro la uva pierde vida post cosecha, se descompone más rápidamente”, dijo a Bichos de Campo Martín Delucis, agrónomo a cargo de la Dirección de Comercio Exterior Vegetal de Senasa.
“El uso de bromuro también tiene un costo asociado al hecho de que no hay muchas cámaras de tratamiento y los productores se ven obligados a llevar sus producciones a ciertos lugares, quedando a merced de elevados costos logísticos. Esto entonces disminuye los costos, mejora la logística y mejora la calidad de la uva”, agregó el funcionario.
El requerimiento de aplicación de bromuro de metilo por parte de Brasil comenzó en 2012, como forma de controlar el avance del ácaro Brevipalpus chilensis. En 2019, una actualización de un estándar de Mercosur del año 2008 estableció la necesidad de extender el uso de ese compuesto al tratamiento de la Lobesia botrana.
La primera negociación llevada adelante por el ente sanitario argentino buscó evitar la solicitud de bromuro para Brevipalpus chilensis, para lo cual se ofreció a cambio enviar los cargamentos de fruta con un análisis de laboratorio previo.
“En 2021 se negoció que el tratamiento de bromuro, que ahora era por Lobesia, no sea requisito y se pudiera exportar por un sistema de mitigación de riesgo, es decir, mediante controles que el productor realiza a campo e inspecciones de Senasa durante el proceso de empaque”, recordó Delucis.
De esta forma, aquellos cargamentos de frutas que cuenten con la certificación de no presencia de Lobesia, y que tenga el análisis de laboratorio que indique que la uva no ha sido afectada por Brevipalpus, puede ingresar a Brasil si afrontar el tratamiento con bromuro.
Ahora bien, ¿esto significa que ya no será necesario utilizar ese compuesto? La respuesta es no.
“Si algún productor tiene detección de Lobesia en su finca, no podrá exportar bajo el sistema de mitigación y en caso de querer venderle fruta a Brasil tendrá la alternativa del tratamiento con bromuro”, indicó el agrónomo.
-¿Por qué considerás que Brasil aceptó este nuevo sistema?- preguntamos a Delucis.
-Nosotros le demostramos a Brasil que aplicando un sistema de mitigación de riesgo ellos iban a tener el mismo nivel de seguridad. La uva iba a llegar sin la presencia de Lobesia. Eso se logra también con el apoyo de las provincias. Hay un Programa Nacional de Control y Erradicación de Lobesia que si bien es coordinado por Senasa, es ejecutado en conjunto entre el sector público, el privado y las provincias. En este caso participaron el ISCAMEN de Mendoza y la Dirección de Sanidad Vegetal de San Juan.
-¿Qué diagnósticos se hacen desde Senasa respecto a la actual situación de la Lobesia botrana?
-La Lobesia está presente, el riesgo está y los programas no se pueden discontinuar. Esto es un control que inició y que se tiene que mantener porque siempre van a existir zonas donde haya detección. En San Juan y Mendoza los niveles de la plaga requieren de la aplicación de este programa para mantenerla en niveles bajos. Va a ser difícil erradicarla, pero se está haciendo hasta lo imposible para poder controlarla y paulatinamente ir disminuyendo esos focos. Es un trabajo a muy largo tiempo.