Un interesante relevamiento sobre la industria aceitera argentina realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) permite saber que en la Argentina existen 41 plantas que muelen soja y otros granos para extraer su aceite y su harina, aunque no todas están activas actualmente. En conjunto, tendrían una capacidad de molienda anual de 70 millones de toneladas. Sin embargo en 2024, y a pesar de un notable crecimiento de la actividad, se procesaron 46 millones de toneladas de oleaginosas. La capacidad ociosa sigue siendo elevada, en torno al 30%.
Hay distintas maneras de extraer al aceite de los granos que lo contienen. Usando solo solvente, con prensas continuas o combinando ambas formas (solventes y prensas). La tecnología más difundida es la primera. Sobre una capacidad de molienda total de 200 mil toneladas por día, unas 161 mil toneladas se procesan con dicha tecnología.
La mayor cantidad de plantas aceiteras están ubicadas junto a los puertos instalados desde la década de los 90 en las riberas del rio Paraná, para aprovechar la salida al mar por la Hidrovía. Por eso la provincia de Santa Fe tiene -sobre la capacidad diaria de 200 mil toneladas- nada menos que una capacidad de molienda de 163 mil toneladas cada 24 horas. Luego la sigue Córdoba (básicamente gracias a AGD) con 18.450 toneladas y Buenos Aires, con 16.480 toneladas. Curiosidades: hay molienda de oleaginosas también en la Ciudad de Buenos Aires y Salta.
En total, esa agroindustria -que muele sobre todo soja, pero también otros granos oleaginosos- está integrada por 41 plantas. Hay 18 de ellas que están en la provincia de Sante Fe y pertenecen a las firmas agroexportadoras de mayor porte: Cargill, Molinos, Dreyfus, Cofco, la malograda Vicentin, la cooperativa AFA, etcétera. Pero las dos plantas más grandes instaladas allí pertenecen a joint ventures entre firmas: Renova puede procesar 30 mil toneladas día, y pertenece a Viterra en asociación con Vicentin. Terminal 6, en tanto, fue fruto de un acuerdo entre AGD y Bunge, y puede procesar 20 mil toneladas diarias.
Este es el listado completo de plantas aceiteras elaborado por la BCR. Hay 41 que están activas y otras 17 que han cesado su actividad, que aparecen remarcadas en color. Si prendieran sus máquinas y la industria pudiera operar a full se podrían moler poco más de 70 millones de toneladas de granos oleaginosos en un año. Las inactivas representan poco sobre eso, unas 4 millones de toneladas.
¿Y cuánto molieron esas plantas el año pasado? “La agroindustria argentina acaba de marcar en el 2024 uno de los mejores años, consumando el cuarto mayor nivel de procesamiento de oleaginosas y el más alto desde el 2017. Con prácticamente 46 millones de toneladas procesadas, el nivel de crush del año pasado solo fue superado por el de los años 2015, 2016 y 2017 cuando el tamaño de la cosecha de soja promediaba 7 millones de toneladas más que el actual”, indicó el informe de la Bolsa de Rosario.
Esta buena performance llevó a reducir el nivel de ociosidad en las fábricas argentinas en un 42% de manera interanual, pero desde un año donde la actividad había sido afectada por la gran sequía de la campaña 2022/23. Así las cosas, el uso de la capacidad instalada volvió a posicionarse en torno a valores del 70%, proporción muy similar al promedio de los años anteriores al 2018.
De las 46 millones de toneladas molida, unas 42,2 millones de toneladas fueron exclusivamente de soja. un 6% por encima del promedio de la última década y la quinta mejor marca histórica.
Como en la campaña 2023/24 se produjeron 50 millones de toneladas de soja (lejos del potencial de producción que tendría el país), quedó claro que la mayor parte de esa cosecha fue absorbida por esa industria, dejando muy por detrás al negocio de la exportación de granos sin procesar. La relación es 8 a 1. En total, entre aceite y derivados de soja el valor de las exportaciones durante 2024 ascendió a 15.960 millones de dólares.
Pero como la producción local de la oleaginosa es visiblemente insuficiente frente a la capacidad instalada de molienda, sigue siendo vital para este sector el ingreso de granos importados de terceros países, en especial de Paraguay.
Dice la BCR que durante el año pasado se importaron en total 7,6 millones de toneladas de soja, de las cuales el 90% provino de Paraguay, que tuvo una cosecha récord. Así las cosas el volumen importado fue el segundo más alto de la historia. Ese flujo permite no solo achicar la capacidad ociosa, que fue de 31% pero habría crecido a 43% tomando en cuenta solo la oferta de materia prima nacional.
Cuando en los años 90 hubo grandes inversiones en plantas procesadores, en puertos , en genética de cultivar, nunca nos imaginamos qué vendrían años tan negativos para el agro con las dos décadas de los K.
Nadie en su sano juicio pensaba que unos corruptos y nefastos administradores iban a desalentar a toda la producción del agro Argentino con sus impuestos a la exportación.
Pruebas al canto, seguimos con un freno de mano a la producción.
Cuando la renta se la lleva el estado y los que trabajan y producen se los castiga , no hay estímulo que sirva.
Diego Fernando Llorente
La realidad indica que, desde fines del 2007 a la fecha, el interés por producir granos en campo ajeno y pagando arriendos astronomicos NO HA DEJADO DE CRECER
Hoy la producción está al 70 % en manos de arrendatarios
Eso no supone que el negocio sea malo, sino todo lo contrario. A no ser q se trate de de gente q no sabe sacar los números
En el 2008 el campo agrícola armó una gesta revolucionaria, pero no protesto por el 35% a la soja ni por el 23% al maíz y trigo, porcentajes q continuaron.intactos hasta el 2016
Hoy tenemos transitoriamente 26 % de DEX a la soja y no encontrás a ningún proteston dispuesto a irse del lote q arrienda pagando locuras hacia otro negocio