Argentina –tal como se adelantó– perdió cuatro millones de toneladas de soja por restricciones hídricas: la nueva estimación de cosecha es de 45 millones de toneladas, cuando un mes atrás la proyección era de 49 millones.
“El ciclo de la soja volvió a sufrir un revés en las condiciones climáticas y a partir de febrero afrontó condiciones extremadamente secas”, explicó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“Se estima que por la falta de agua se perderán 850.000 hectáreas, que, en gran parte, se trata de cuadros de sojas de segunda. Tras el crecimiento del área triguera, la soja de segunda ocupa este año casi 5,30 M/ha, o sea el 31% del total de la oleaginosa, de 17,2 M/ha”, añadió.
El rendimiento promedio nacional proyectado sobre el área cosechable se estimó en 27,5 qq/ha. Las mayores caídas de rindes se registrarán en la zona pampeana argentina.
“La extrema variabilidad del clima hace recordar las condiciones de extrema sequedad en las que terminó la campaña gruesa 2017/18”, apuntó el informe. Febrero y los primeros diez días de marzo no dejaron lluvias importantes en gran parte de la zona pampeana.
“Aún no es posible estimar el piso de producción con la que terminará está campaña de soja de extenderse la falta de agua”, alertó la BCR. El centro de alta presión que sigue actuando sobre el continente desde el sector este imposibilitó el desarrollo de lluvias que cumplan con las necesidades de los cultivos en gran parte de la región pampeana.
Sobre finales de esta semana –decisiva para el futuro de la soja de segunda– se esperan algunas lluvias muy moderadas en el sudoeste bonaerense entre el miércoles y el jueves, pero difícilmente los desarrollos alcancen a la región central pampeana. El NOA tiene mejores chances este fin de semana y parte del oeste cordobés podría recibir algunos milímetros. Pero son pronósticos que están en el marco de una altísima volatilidad atmosférica.
En cuanto al maíz, se mantienen sin cambios las cifras publicadas el mes pasado: 48,5 millones de toneladas. El rinde promedio nacional sigue estimándose en 79,6 qq/ha, mientras que la superficie destinada a cosecharse comercialmente se calcula en 6,11 M/ha.
Las labores de cosecha son aún muy incipientes este año y alcanzan el 4% de avance a nivel nacional, cuando hace un año se alcanzaba el 7%. En la región núcleo la actividad de recolección muestra valores muy dispares, con rindes de 45 a 100 qq/ha.
Los números de rindes estimados de las siembras tardías de maíz siguen en vilo a la espera de nuevas lluvias y podrían afectar negativamente los guarismos de los rindes provinciales en el sector este de Argentina. Los maíces tardíos transitan etapas críticas, pero, en el oeste de la región pampeana, dónde tienen mayor participación, cuentan con mejores condiciones ambientales.
Foto @IsocaGarcia