Cuando se habla de “retenciones” en la Argentina, lo usual es pensar en derechos de exportación. Sin embargo, existen “retenciones” internas cobradas por las provincias que incluso se abonan por montos superiores a los que terminan facturando las empresas. Una locura.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) realizó un relevamiento entre 28 grandes empresas del rubro para determinar que las mismas tienen una suma de 32.000 millones de pesos en créditos acumulados por Ingresos Brutos que no pueden usar ni recuperar.
“Esto impacta en las posibilidades de inversión y encarece todo. COPAL agrupa a 14.500 empresas. Si extrapolamos el dato relevado con el universo total, el costo oculto del sistema es gigantesco”, advierte la entidad. Esa carga tributaria es uno de los factores que explican el elevado precio de los alimentos en la Argentina.
“En Argentina las empresas pagan Ingresos Brutos por todo lo que facturan, incluso si no generan ganancias. Y peor aún: deben adelantar pagos en provincias donde ni siquiera cuentan con establecimientos”, señala COPAL.
“¿Qué pasa con eso? Se pagan montos muy por encima de lo que corresponde. Así nacen los ‘saldos a favor’, créditos fiscales que quedan atrapados en el sistema y que las empresas no pueden usar ni recuperar fácilmente”, apunta.
El relevamiento realizado entre las 28 grandes empresas detecto que el 40% de los “saldos a favor” se registran en la provincia de Misiones, mientras que el 20% en Buenos Aires y el 9% en la ciudad de Buenos Aires (CBA), entre otras jurisdicciones.
En promedio, esos saldos se recuperan en unos dos años, lo que implica que, por efecto de la inflación, las empresas registran una pérdida de capital importante. En algunos casos extremos el plazo máximo fue de ocho años.
“¿Por qué esto es tan grave? Se adelantan impuestos sin contraprestación, ya que es un préstamo a tasa cero a las provincias, el cual es forzoso y sin fecha de devolución”, explica COPAL.
En ese marco, la entidad solicitó eliminar los regímenes de pago a cuenta de Ingresos Brutos y, mientras tanto, permitir que los saldos a favor se usen para pagar otros impuestos provinciales.
“Los ‘saldos a favor’ no son un favor. Forman parte del costo argentino , que afecta a empresas, trabajadores y consumidores. Es hora de reformar este sistema”, requirió COPAL.