Con la liquidez generada por la segunda edición del régimen del “dólar soja”, instrumentado en diciembre pasado, buena parte de las ventas de la oleaginosa podrían haberse destinado a renovar maquinaria agrícola. Pero nada de eso sucedió.
El mes pasado se patentaron en el mercado argentino 472 cosechadoras, tractores y pulverizadoras, una cifra 24,4% menor a la registrada en el mismo mes de 2021, según datos informados por la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara).
El progresivo descenso de las ventas de maquinaria agrícola que comenzó en septiembre del año pasado se consolidó en octubre y noviembre para finalmente seguir profundizándose en el mes de diciembre.
Tres variables explican ese fenómeno en todas está presente la política antiproductiva impulsada por el Estado argentino. La primera es una extensa sequía que afecta a buena parte del territorio nacional, la cual, si bien es un hecho climático, se encuentra agravado por la aplicación de derechos de exportación y “retenciones cambiarias” a las empresas que, de todas maneras, abonarán tales cargas a pesar de experimentar quebrantos en el ciclo 2022/23. En semejante coyuntura, los empresarios agrícolas optan por preservar capital recortando inversiones de diversa índole.
La segunda es la inexistencia de créditos con plazos y tasas de interés adecuadas para acceder a maquinaria agrícola , algo que es producto de la creciente inestabilidad macroeconómica. Y la tercera son los múltiples problemas que enfrentan las fábricas de cosechadoras, tractores y pulverizadoras para poder acceder a las divisas necesarias para gestionar importaciones de piezas e insumos críticos.
En el caso de las cosechadoras y tractores, el 2022 terminó con patentamientos superiores a las registradas en 2021 gracias a las destacadas ventas realizados entre los meses de mayo y agosto. Sin embargo, la venta de pulverizadoras registró una caída interanual.
En el rubro de cosechadoras, CNH Industrial (CASE y New Holland) lo lideró en 2022 con un 45% de la participación de mercado (considerando unidades vendidas), seguido por John Deere con el 43%. El porcentaje restante se repartió entre Vassalli, Claas, Don Roque, Challenger y Massey Ferguson.
En tractores el podio fue en 2022 para John Deere con una participación de mercado del 33%, seguido por CNH con 31%, Pauny con el 19%, Massey Ferguson con el 7% y Valtra con el 6%, entre otros.
Por último, en pulverizadoras el primer puesto fue para PLA (controlada por John Deere) con una participación del 35%, seguida por Metalfor (27%), Caimán (14%), Jacto (11%) y Praba (6%), entre otros.
“antiproductivista” un neologismo retorcido y mal empleado.
Ustedes son los que estan contra la produccion, jodiendo para llevarse los dolares al exterior como hicieron siempre.-
Ahora que se les cortó operan y operan y ojalá Dios los ayude porque cuando se salgan con la suya van a tener que malvender todo como hicieron los lecheros.
José, evidentemente no estás en el rubro y no sabes del tema.
Así que lo más inteligente que podes hacer es llamarte a silencio en vez de exponerte como un burro resentido…
Dicho esto y con respeto a la nota, yo ubicaría en el primer puesto y antes que la sequía, los precios exorbitantes de los fierros. Valen más del doble en dólares que cualquiera de los países vecinos.
Y eso agravado por retenciones, diferentes tipos de cambio y otras yerbas, hacen que por ejemplo una cosechadora que a un productor uruguayo le cuesta 1000 ton de soja, a nosotros aquí nos termine saliendo 2500. Literal
Así imposible muchachos…