Tucumán es, por estos días, un verdadero hervidero: la actividad citrícola se encuentra casi paralizada desde la semana pasada por un grupo de cosecheros autoconvocados de limones, alineado al Polo Obrero, que viene realizando, en reclamo de mejoras salariales, una serie de cortes en distintos puntos de la provincia y en rutas que impiden la cosecha y los recambios de turnos de trabajo en las quintas.
Si bien algunas plantas de empaque de cítricos están trabajando, su actividad depende de cuánta fruta tenga en stock, debido a que en los últimos días dejaron de recibir partidas por el conflicto sindical. El tema es preocupante porque deben cumplirse compromisos de exportación con importadores rusos, chinos y estadounidenses.
A su vez, en medio de la cosecha de granos gruesos, en Tucumán hay otra disputa activada: transportistas de la provincia que reclaman una mejora de las tarifas de los fletes. En ese marco, algunos camiones cargados con soja esta madrugada fueron detenidos y vaciados por delincuentes para amedrentar a productores y acopios de la zona.
Desde la Asociación de Productores del Norte (Apronor) se emitió un comunicado en el que manifestaron que un grupo de transportistas “bloquea el ingreso a las plantas de acopio, cruzando los camiones para impedir el paso, cortando las rutas y, lo que genera más dolor, broca y tristeza, es que están abriendo las boquillas de los camiones de aquellos colegas que no acompañan la protesta. La situación es tensa. Armas de fuego, insultos, amenazas… violencia, descontrol total, así está la cosa por Tucumán”.
“Repudiamos esta modalidad de protesta, que se caracteriza por el uso de armas de fuego, amenazas e intimidación a los transportistas que quieren trabajar y a los productores que tienen su propio transporte”, declararon desde la entidad presidida por Martín Osvaldo.
En cuanto al conflicto de los cosecheros de limón, los integrantes de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa) se mostraron sorprendidos por las manifestaciones, debido a que hace sesenta días habían logrado cerrar un acuerdo salarial en el marco de negociaciones realizadas con representantes de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre).
“Creemos que el incremento (ajuste por inflación) anual del 40,6% anual fue razonable y beneficioso para ambas partes. Nos vemos sorprendidos porque fue una paritaria larga e intensa y estaba respaldada por la mayoría; por ende, no le encontramos un sentido lógico a las protestas de esta gente que dice representar a los cosecheros de limón”, dijo el presidente de Acnoa, Pablo Padilla, en declaraciones a “Buen día”, el informativo del periódico local La Gaceta.
Sin embargo, según declaró Víctor Santillán, uno de los voceros de las protestas, ese aumento del 40,6% no sería real, ya que actualmente perciben un pago de 1700 pesos por jornal que, con descuentos, llega a 1350 pesos; es por eso que pidieron que reabran las paritarias. “No alcanza para nada y las medidas se endurecerán hasta que el gremio nos de soluciones”, dijo.
“Puede haber algunos cosecheros que estén en disidencia con la Uatre hoy en día, pero la mayoría sí se siente representada y se sienten angustiados por no poder ir a trabajar, ya que se sienten amenazados; en efecto, muchos fueron amedrentados en las propias quintas donde trabajaban y les dijeron que si no se retiraban tendrían consecuencias”, aseguró Padilla.
Para el presidente de Acnoa “no le encontramos todavía un sentido claro y nos preocupa el nivel de organización que tiene esto cuando de golpe llega un colectivo con gente a una fábrica, para amenazar a que no se haga el cambio de turno en el trabajo; evidentemente alguien está financiando esto”.
Desde Acnoa hicieron varias denuncias en diversas fiscalías, comisarías y tribunales, pero manifestaron que, aunque en algunos lugares tuvieron respuesta por parte de la policía, de manera tal de permitir la libre circulación, en la mayoría de los lugares perciben “inacción de parte de la Justicia en el aseguramiento del libre tránsito y libertad de trabajo”.