En medio de la emergencia sanitaria por coronavirus, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, presentó el denominado Plan de Impulso Productivo, un paquete de medidas para acompañar a los distintos sectores económicos en el marco de la emergencia sanitaria. Como siempre, apalancado por los créditos del Banco Provincia (Bapro).
El plan de créditos blandos de la provincia incluye seis herramienta. La denominada A Toda Máquina, implica una línea crediticia para la compra de bienes de capital en el sector agrícola a través de un convenio con empresas proveedoras, con tasas que arrancan en el 18,5% y plazos entre 36 y 60 meses. Es básicamente la que se utilizaba en Expoagro para apalancar las ventas de maquinaria.
Los créditos pueden utilizarse también para adquirir repuestos, implementos y otros bienes fabricados por empresas adheridas a la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) y proveedoras de bienes de energías renovables, solo para los plazos de 36 y 60 meses.
Otra de las herramientas anunciadas por Kicillof es la instalación de Consejos Consultivos Regionales, los cuales se realizarán desde el 11 de mayo en formato de reuniones virtuales con los sectores del agro, comercio, servicios e industria, en once regiones geográficas, para conocer las inquietudes, dificultades, requerimientos, proyectos y propuestas de esas actividades económicas.
Además, el gobernador anunció que las PyMEs podrán acceder a garantías automáticas o semiautomáticas de créditos por hasta 2 millones de pesos, por intermedio de un convenio entre el Bapro y el Fondo de Garantías de Buenos Aires (Fogaba). Estas garantías servirán para pago de sueldos y capital de trabajo.
Según Kicillof, este convenio busca “reinsertar en el sistema financiero a las empresas que hayan tenido incumplimientos en el pago de los créditos con el aval de Fogaba y otorgar garantías por un monto mayor en un contexto de mayor estabilidad”.