Luciano Zarich, al principios de este gobierno, soñó con días de gloria cuando fue designado por el presidente Alberto Fernández como subinterventor de la aceitera Vicentín, secundando a Gabriel Delgado, a mediados de 2020. Pero toda aquella aventura intervencionista terminó muy mal y el oscuro contador no tuvo más remedio que volver al llano.
Sin embargo tuvo su premio meses después, en marzo de 2021. Cuando el gobierno necesitó alguien sin demasiado escrúpulos para comenzar a regular las exportaciones de carne vacuna lo convocaron a él para ocupar la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (la estratégica ex ONCCA). Desde ese momento Zarich mostró absoluta fidelidad con las intervenciones kirchneristas en los mercados agropecuarios, que luego se extendieron al trigo y el maíz. Por eso sobrevivió a las gestiones de los ex ministros de Agricultura, Luis Basterra y Julián Domínguez.
Con la llegada de Sergio Massa como superministro y el arribo de Juan José Bahillo como secretario hubo un obligado reordenamiento en la segunda línea de Agricultura, pero Zarich -lejos de caer en desgracia como otros funcionarios- fue ascendido de director nacional a subsecretario de Mercados Agropecuarios, desplazando y absorbiendo las funciones que antes desempeñaba el agrónomo Javier Preciado Patiño. Desde ese momento tiene a su cargo todos los resortes del control comercial agropecuario.
Pero la ex ONCCA quedó todo este tiempo sin conducción formal, pues nunca se designó a nadie para reemplazar a Zarich en esa dirección nacional que no solo maneja muchos permisos de exportación sino también que debe administrar el RUCA (Registro único de la cadena agroalimentaria), donde deben matricularse todos los operadores.
Hasta ahora, que Zarich dará muestras de fidelidad a sus amigos y nombraría a uno de los hermanos Lavignolle en ese puesto. Se trata de Pedro, quien secundaba a Raimundo en la conducción del Instituto Nacional de Semillas tanto en los últimos tramos del gobierno de Cristina Kirchner y también en la gestión de Mauricio Macri. Raimundo era presidente del INASE y Pedro uno de sus directores.
Con este nombramiento en un puesto clave, luego de casi un año de vacancia y a pocos meses del cambio de gobierno, Zarich devolvería las gentilezas a los Lavignolle, quienes lo refugiaron en el Instituto de Semillas entre 2015 y 2019, cuando su nombre era mala palabra para la gestión de Cambiemos en Agricultura. En el INASE el contador se ocupaba de intentar fiscalizar las semillas de algodón, sin demasiado resultado.
No es el único favor que Zarich, ahora entronizado como subsecretario, está haciendo a sus viejos camaradas de la gestión kirchnerista. No solo Pedro Lavignolle estaba ayudándolo en la gestión y ahora será ascendido sino que también figura entre sus colaboradores más estrechos Horacio Colombet, el ex jefe de Gabinete de la gestión de Gabriel Delgado como secretario de Agricultura, entre 2013 y 2015.