Luego de una extensa espera, finalmente las industrias aceiteras argentinas comenzaron a acelerar la registración de embarques de harina de soja del presente ciclo comercial 2024/25.
El cambio de esquema cambiario introducido por el gobierno de Javier Milei un mes atrás provocó un perjuicio económico a muchas empresas oleaginosas, que se prepararon para una devaluación del peso que posteriormente no sólo no se concretó, sino que además derivó en una apreciación de la moneda local.
La recalibración de estrategias comerciales y financieras en el nuevo escenario “secó” la registración de Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de harina de soja, una instancia regulatoria obligatoria para poder concretar embarques.
Eso cambió este jueves 15 de mayo con la registración de 1.685.160 toneladas de harina de soja, lo que llevó los embarques programados para el presente mes de mayo a un volumen que por ahora se encuentra en 2.241.577 toneladas, mientras que para junio y julio el volumen anotado a la fecha es de 1.060.120 y 400.000 toneladas respectivamente.
El dato trae alivio porque la industria oleaginosa es el principal factor de demanda de la soja en el mercado argentino y además porque el “bache” que estaba dejando Argentina venía siendo cubierto por Brasil, que para el presente mes de mayo proyecta (según Anec) embarques de harina de soja por 2.336.354 toneladas versus 1.965.850 en el mismo mes del año pasado.
También representa una buena noticia en términos logísticos, dado que ya se recolectó casi el 65% del área nacional de soja 2024/25 para generar una oferta de 36,8 millones de toneladas sobre un total final estimado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en 50,0 millones de toneladas.
Vale recordar que, además de la cosecha 2024/25 que está ingresando, el presente ciclo comercial comenzó con un stock remanente de la campaña anterior de casi 11 millones de toneladas, a lo que también es necesario adicionar la soja importada mayormente del vecino Paraguay.