A propuesta de la Secretaria de Bioeconomía, que reaccionó algo tarde pero finalmente reaccionó, se confirmó la conformación de un Comité de Crisis con las entidades de productores para tratar de contrarrestar los perjuicios provocados por la chicharrita en los cultivos de maíz.
En el mismo participarán representantes de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, del Senasa, del Inase, de Maizar y de Asa (la asociación de semilleros), entre otras entidades. Por ahora no hay oficialmente variedades que hayan mostrado resistencia al ataque de esta complejo de enfermedades. Habrá una búsqueda para hacer recomendaciones a los productores de cara a la próxima campaña, al tiempo que se promete estudiar el conjunto de agroquímicos para su tratamiento a campo.
Este jueves, el secretario Fernando Vilella convocó a una primera reunión para analizar el impacto de la plaga, la chicharrita, que es vector de una enfermedad llamada Spiroplasma, y que ya provocó una reducción de al menos 10 millones de toneladas en la cosecha prevista de maíz 2023/24. Las previsiones iniciales eran de 60 millones de toneladas y ahora los pronósticos orillas las 50 millones.
En las estimaciones oficiales, de todos modos, se habla de un daño de entre 10 y 12% de la cosecha. En la ex Agricultura esperan una cosecha cercana a 56 millones de toneladas, pero ellos contabilizan el maíz que se destina a la preparación de silos dentro de cada campo.
Estuvieron en ese encuentro los técnicos de la Mesa de Enlace, Silvina Campos y Lucas Magnano (Coninagro) Gustavo Suter (CRA), Marcos Mathe (SRA) y Matias Surt (Federación Agraria).
A la salida del encuentro, Campos, Magnano y Suter hablaron con Génesis Rural: