Se confirmó por laboratorio un caso positivo de rabia paresiante en la localidad de San Vicente, en Misiones.
Ante esta confirmación, causada por un virus transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, el Senasa activó su protocolo sanitario para el control de la enfermedad en dicha localidad.
Según informó el organismo se estableció la vacunación antirrábica obligatoria en el establecimiento positivo y en un radio de 10 km alrededor del brote, abarcando todas las especies susceptibles (bovinos, equinos, caprinos, porcinos y ovinos). Además, la oficina del Senasa en la jurisdicción interdictó el predio involucrado, restringiendo temporalmente los movimientos de animales.
La vacunación podrá realizarla el productor y debe efectuarse con vacunas aprobadas por el Senasa. El esquema consta de una primera vacunación y una segunda aplicación entre los 30 y 60 días posteriores a la primera dosis. Luego, la revacunación del ganado debe ser anual.
Senasa recomienda a los productores de la región registrar la vacunación ante el organismo, enterrar o incinerar los cadáveres y no delegar a terceros la toma de muestras (solo los veterinarios pueden extraer y enviar material para diagnóstico) Además deberán avisar sobre posibles refugios de vampiros (de ser confirmados, se georreferenciarán y se comunicará al Programa Nacional de Rabia).
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Las especies infectadas manifiestan signos neurológicos, entre los que se reconocen la inquietud, pérdida de apetito, tendencia al aislamiento, depresión, deshidratación, dificultad postural y ambulatoria, hasta llegar incluso a su muerte.
Al ser una zoonosis, se recomienda a las personas no entrar en contacto con animales muertos o que presenten signos clínicos compatibles con la enfermedad y dar aviso inmediato, acercándose a su oficina más cercana (o telefónicamente); por WhatsApp, al 11 5700 5704; al correo electrónico [email protected]; o a través del Formulario Avisa al Senasa, disponible en el sitio web oficial.
La rabia paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, a los equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres. Es una enfermedad de notificación obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.
Aunque la dispersión del virus rábico a los tejidos periféricos del bovino no es abundante, el contacto con bovinos rabiosos implica riesgo de contagio para el hombre. Los contactos con bovinos rabiosos ocurren principalmente cuando se intenta medicarlos por vía oral o cuando se piensa que la disfagia que se observa en la mayoría de esos animales es consecuencia de una obstrucción alimentaria del esófago y se intenta la desobstrucción manual. También, cuando se faenan animales rabiosos o que están incubando rabia, y en las prácticas de manejo con esos animales.
Entre los carnívoros domésticos de la Argentina, hasta el momento no se han observado casos producidos por el virus rábico que transmite el vampiro; no obstante, se debe mantener una estrecha vigilancia pues, tanto el perro como el gato, depredan a los vampiros y a otros murciélagos.