La campaña agrícola argentina 2023/24 va camino a registrar una brutal “grieta climática” entre las regiones ubicadas al este y el oeste del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) proyectó que en el próximo trimestre existe probabilidad de ocurrencia de precipitaciones superiores a las normales en el Litoral y el este de Buenos Aires.
En tanto, la proyección de lluvias para el período es normal a superior a la normal sobre el oeste de Buenos Aires, La Pampa y el centro-norte de la Patagonia. Y estaría dentro de los parámetros históricos sobre la región de Cuyo, Córdoba y oeste de Santa Fe. Por último, sobre el NOA sería inferior a la normal.
Eso implica que en el último trimestre del año aquellas zonas que están atravesando una situación de sequía no recibirían las lluvias necesarias para recomponer el déficit hídrico que arrastran desde el año pasado.
Por el contrario, las regiones productivas localizadas en el sector este del país, que ya se encuentran en una situación adecuada a óptima en términos hídricos, recibirían precipitaciones superiores a la media histórica hasta fines del presente año.
Con ese panorama, las siembras de granos gruesos en los sectores afectados por la sequía tenderían a realizarse lo más tarde posible, de manera tal de buscar la oportunidad de una recomposición hídrica que permita un desarrollo adecuado de los cultivos.
La mala noticia es que adicionalmente el SMN proyecta la ocurrencia de temperaturas superiores a las normales en el todas las regiones productivas del norte argentino.
Para poder realizar una evaluación relativa del pronóstico trimestral, es útil tener en cuenta cuáles son los rangos esperados de lluvias y temperaturas en el período en el territorio argentino, tal como se puede ver en los siguientes mapas.
Vale remarcar que el pronóstico trimestral del SMN no indica valores de precipitaciones proyectadas ni su variabilidad a lo largo del trimestre. Debe tenerse en cuenta además que las previsiones climáticas se refieren a condiciones promedio en grandes extensiones geográficas durante un período y no contemplan detalles de los eventos de escala intra-estacional, como por ejemplo intensidad de sistemas frontales, olas de calor, bloqueos y otros condicionantes del “tiempo” que producen aumento o disminución de la precipitación y la temperatura (todos ellos de corta duración).
El pronóstico climático trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.