El nuevo congreso de Maizar (la Asociación Maíz y Sorgo Argentino) debatió acerca del futuro del cultivo y de las posibilidades de transformación dentro del país, en el marco de una cosecha récord que, de tan grande (el gobierno estima 56 millones de toneladas, de los cuales 48 millones serán maíz comercial), genera temor respecto de las posibilidades de colocar los excedentes.
Alberto Morelli, presidente de Maizar, tiene una posición clara frente a este debate. “Siempre es una buena noticia que haya mucho maíz, porque significa que el esfuerzo que hicieron los productores se ve redituado también en el rendimiento”, dijo a Bichos de Campo.
Las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también pronostican 48 millones de toneladas de maíz, un récord absoluto. De ese total, es usual que en la Argentina se utilicen unas 16 millones de toneladas. “Esto nos dice que tendremos 32 millones de toneladas para exportar. Y ahí pelearemos con Brasil por el segundo lugar en ranking de exportación”, dijo Morelli.
“El maíz grano es el que más mercados tiene en el mundo, más de 120”, aseguró el directivo de Maizar, presuponiendo que no habrá conflictos en colocar el saldo exportable el cereal. No obstante, alertó que “el excedente de maíz que no transformamos en Argentina representa el 60% de lo que se exporta”. Es mucho frente a otros países preductores, como Estados Unidos y Brasil.
Mirá el reportaje completo a Alberto Morelli:
En función de las noticias que llegan sobre el retraso de la siembra en el Hemisferio Norte, Morelli aclaró que “si en Estados Unidos se resienten los rendimientos por el clima adverso, quedará un espacio de maíz que ellos no podrán exportar, y entonces entre Argentina y Brasil tendremos que cubrir eso. Pensemos que, a diferencia nuestro, Estados Unidos exporta entre 10% y 12% de todo lo que produce. Por eso no creo que haya un cuello de botella”.
¿Puede tener Argentina más capacidad de transformación del maíz? Morelli consideró que “hoy exportamos 60% de granos. De a poco tenemos que ir comiéndo el maíz, y así derivará en mayor producción de carne vacuna, porcina y aviar, mayor producción de huevos, de la molienda seca, la molienda humeda o todo lo que tiene que ver con los jarabes. También tenemos el proyecto de bioplásticos, pero el consumo todavía es bajo. La clave pasa por hacer que todos esos derivados tengan un mercado abierto, y cuidar la calidad y la inocuidad para cumplir con las exigencias que los consumidores de ese mundo demandan”, evaluó.
El presidente de Maizar también dijo que “Si aumentamos los cortes del etanol en las naftas lograremos más transformación interna. Hoy estamos al 12% de corte pero ya con lo que tenemos instalado e invertido podríamos pasar al 15%. El problema es que hubo presión y lobby desde otros sectores para que esto no pueda suceder. Por eso creo que debemos trabajar en una mirada común cuando hablamos de etanol a base de azúcar y a base de maíz”.
La vieja ley de promoción de Biocombustibles, que salió en 2006, vence en 2021. “Lo que pedimos ahora es que la nueva ley que salga nos permita llegar al 27% o 28% de corte, que es parecido a lo que tiene Brasil. Porque así las automotrices no podrán objetarse, debido a que los autos van de Brasil a Argentina y de Argentina a Brasil”, enunció Morelli.
Otro error histórico es, para Morelli, “pensar que lo fósil y lo bio no pueden confluir. Brasil, que tiene grandes reservas petroleras tiene también la industria de etanol de caña de azúcar más importante del mundo. Por eso creo que hay espacio para todos”, argumentó.