César Salas es un productor tucumano que cuenta con un campo de 250 hectáreas en Los Altos, Catamarca, donde hace soja, trigo y maíz. A César le roban desde hace muchos años, y asegura que cada enero sufre un robo diferente. En 2014 fue víctima de un cuento del tío muy grande en el que algunos efectivos de la propia policía estuvieron involucrados.
Recuerda César que el día que le robaron su tractor FIAT 800 naranja, que estaba guardado en un galpón, fue advertido por sus vecinos, que vieron movimientos raros, Salas llegó a alcanzarlo justo cuando lo estaban cargando a un remolque, a 5 kilómetros del puesto caminero de La Huacra, en el límite entre Tucumán y Catamarca. Allí había tres policías sospechosos que le dieron una versión muy confusa que Salas nunca creyó. “Un circo armado”, aseguró a Bichos de Campo.
“Donde yo vivo pasa justo un camino vecinal que une Tucumán con Catamarca, que muchas veces es usado para esquivar a la policía que está en Huacra. En mi camino al campo, todavía en provincia de Tucumán, en arroyo “El Suncho”, justo alcanzo a ver el tractor, que estaba cargado a una camilla enganchada a un camión, de esas que usan para remolcar vehículos en la ruta, sobre una cuneta. Entonces le cierro el paso para que no huyera”, relató Salas.
El productor comentó que increpó al conductor del camión que estaba cargando su tractor, y que pertenecía a la empresa El Azul. “El conductor me dijo que tenía un encargo del señor Luis Pérez de Famaillá. Luego averigué y ese Luis Pérez vendía máquinas agrícolas”, declaró.
Mirá la entrevista completa realizada a César Salas:
“Yo le pedí que parara porque ya venía la policía, a la cual había hablado para que me dieran una mano. En ese interín sale uno de adentro de una casita aledaña abandonada y me comenta que él había arrendado ese campo, que había pasado una gente a dejar el tractor y que ese día lo iban a pasar a buscar, que el no sabía más nada. Yo le pregunté quién era y me dijo que era policía”, describió Salas.
Pero la historia no terminó ahí. “Cuando yo le dije que ya había dado aviso a la policía, arranca una camioneta de adentro, y sale. Lo quiero parar y acelera atravesando un alambre caído. Y acto seguido sale otro auto, y sale de la misma forma. Por supuesto que tomé las patentes. Pero la cosa es que eran dos cómplices que se dieron a la fuga antes de que llegara la policía”, continuó Salas en su relato.
De modo que sólo quedaba el conductor del camión que tenía el tractor de Salas, y el policía dándole explicaciones y haciéndole un cuento del tío muy falaz. “Yo le dije, ´mirá, tus amigos te han dejado solo´. Y en seguida me dio el nombre de los otros dos, un tal Jérez y un tal Saavedra. Con el que hablaba era Surita de apellido. Y después llegó la policía, lo detuvieron a este chofer, al policía, y se llevaron el tractor a la comisaría de Alberdi. A las 2 o 3 horas liberaron al chofer del camión, al otro día liberaron al policía detenido, y al tractor lo pude recuperar recién al mes siguiente, luego de presentar montones de papeles”, dijo el productor.
Tiempo después, Salas comentó que la policía interna de Catamarca fue a verlo a Tucumán. “No tuve más novedades. Y tres años después volvieron a robarme en la casa del campo. La verdad es que mucho no me quedaba, pero la cuestión es que en enero de cada año me roban. Cuando fui a hacer una nueva denuncia, me encontré con el oficial que me había tomando la declaración jurada por el robo del tractor. le pregunté que había pasado con los oficiales detenidos, y me comentó que aunque habían sido cesanteados, seguían cobrando el sueldo. Algo realmente increíble”, concluyó.
De terror. Gracias por ocuparte de publicar estas historias de inseguridad rural. En el campo pasan mas cosas de lo que se sabe pero rara vez salen publicadas (salvo que sea una buena para la policia).