Los administradores de fondos especulativos que operan futuros agrícolas en el mercado estadounidense CME Group, si bien comenzaron a desarmar posiciones en soja, volvieron en las últimas dos semanas a construir “apuestas” alcistas en maíz.
Está claro que los operadores de fondos están previendo que el maíz tiene un potencial alcista por delante de la mano del ajustado balance del cereal presente en el mercado internacional.
Las cosecha brasileña de maíz temprano en algunas zonas del sur del país registró rendimientos menores a los esperados, al tiempo la siembra del maíz tardío se retrasó y, por lo tanto, el ingreso de esa producción –que representa el grueso de la oferta exportable brasileña del cereal– se producirá recién bien entrado el mes de julio.
Eso implica que los precios de exportación (FOB) del maíz brasileño deberán seguir “por las nubes” hasta el ingreso de la cosecha tardía, de manera de evitar que se vaya del país el cereal necesario para abastecer a la demandante industria local vacuna, porcina y aviar. Pero el dato es que los valores FOB de maíz brasileño ya están en la “estratósfera”, lo que representa un factor alcista fenomenal para el cereal.
En lo que respecta a EE.UU., ya agotó la totalidad del saldo exportable de maíz previsto para la campaña comercial 2020/21 y ahora, si quiere seguir vendiendo cereal al mundo, deberá hacerlo con sus propias reservas internas, que son –además– muy exiguas en términos históricos.
El stock final de maíz estadounidense 2020/21 proyectado por el USDA es de 38,1 millones de toneladas, cuando en el ciclo anterior había sido de 48,7 millones de toneladas y dos años atrás de 56,4 millones. Es decir: se viene reduciendo de manera progresiva en línea con la aparición en escena de la demanda asiática en general y china en particular.
Para colmo, se esperaba un aumento importante del área de siembra de maíz en EE.UU. para este año, que ayudase a generar una gran cosecha orientada a descomprimir la actual situación, pero el USDA esta semana estimó que eso no va a suceder.
El único “negocio” abierto actualmente con capacidad para ofrecer maíz es la Argentina, aunque, claro, no en las cantidades bestiales requeridas por la demanda global. Para el presente mes de abril los embarques programados de maíz (DJVE), según datos oficiales, suman 3,90 millones de toneladas.
Adicionalmente, vale tener en cuenta que, por factores internos, los valores FOB del maíz argentino están en el “sótano”, con lo cual tienen un largo trecho para alcanzar a sus pares de EE.UU. y Brasil.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista).