La empresa argentina de biotecnología y semillas Bioceres, anunció que finalmente Brasil aprobó su trigo transgénico HB4, tolerante a la sequía y desarrollado junto a investigadores del Conicet, para su cultivo. Esto normaliza una situación, ya que aquí esa variedad de trigo se había liberado en mayo de 2022 cuando sólo se había aprobado la importación y el consumo de harina elaborada con ese trigo.
En una comunicación a sus accionistas, Bioceres anunció que la CTNBio (Comisión Nacional de Bioseguridad del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil) “ha concluido la evaluación de seguridad del Trigo HB4, otorgando la aprobación total para su comercialización y cultivo en Brasil”.
Esta semana, en una reunión realizada en Buenos Aires para mostrar los resultados productivos obtenidos en este ciclo agrícola 2022/23, que estuvo signado por una fortísima sequía, voceros de Bioceres habían anticipado esta posibilidad de que la CTNBio evaluara el expediente del trigo HB4, aprobándolo para su cultivo en territorio brasileño y poniendo fin a un engorroso trámite iniciado hace varios años. Este paso fortalece mucho los planes de expansión de Bioceres a otros mercados del mundo. Ya hay pedidos de desregulación en otros países productores del cereal como Australia y Estados Unidos.
“La aprobación de hoy se suma a la aprobación anterior de Brasil para el uso de harina de trigo HB4 en alimentos y piensos en noviembre de 2021. Además de abrir el mercado brasileño a la tecnología, la decisión abre el camino para la comercialización en Argentina a través de canales distintos al HB4 de identidad preservada de Bioceres”, indicó la empresa. Por cierto, Bioceres siembra el trigo HB4 desde hace tres años, pero solo a través de una red de productores seleccionados, que se comprometen a evitar filtraciones y que le entregan la producción a la misma compañía.
Esta semana también se supo que Bioceres ya está comercializando la harina obtenida de unas 50 mil hectáreas implantadas con su variedad transgénica -la única autorizada en todo el mundo- en el mercado interno, a través de mezclas realizadas en unos 25 molinos harineros.
Según la visión de Biocerees, esta aprobación en Brasil “también permite acelerar la colaboración de Bioceres con Embrapa (organismo semejante al INTA brasileño) para desarrollar variedades de trigo subtropical para aumentar la oferta de materiales locales en esta geografía”. En ese sentido, apuntó que “el trigo HB4 ofrece el potencial para cultivos dobles (rotación de trigo con una leguminosa de verano) en regiones del país que actualmente están limitadas por la disponibilidad de agua”.
Brasil es el segundo país donde las agencias reguladoras han aprobado el cultivo de trigo HB4, después de Argentina, y completa los procesos de aprobación para los mercados objetivo de trigo de la compañía en América Latina. El trigo HB4 también está aprobado para uso en alimentos y piensos en los Estados Unidos, Colombia, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y Nigeria, y para uso en piensos en Indonesia.
En el vecino país se siembran de 2 a 3 millones de hectáreas de trigo anualmente y, juntos, ambos países plantan el 90% de la superficie cultivada de trigo de América del Sur. Actualmente su producción de trigo ronda 5 a 6 millones de toneladas, pero la expectativa es crecer hasta poder ser autosuficiente, y dejar de depender de la histórica importación del cereal desde Argentina.