El gobierno de Javier Milei se impuso en las elecciones y anticipó que se vinculará con otros sectores políticos en busca de acuerdos trascendentales que necesita la Argentina. Anticipa reformas en materia impositiva, laboral y judicial, pero nada ha dicho todavía de la política ambiental. En este contexto, un conjunto de 34 entidades de la cadena agroalimentaria le pidió al Ejecutivo que cambie el desprecio que mostró hasta ahora por la agenda multilateral en esa materia y se comprometa a participar activamente de la COP30, para demostrar allí que “la agricultura puede ser parte de la solución a los problemas globales”.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, a partir de la cumbre de Río 1992, estableció el régimen multilateral para responder al calentamiento global del planeta. Ahora esa cumbre regresa a Brasil, a la ciudad de Belem, en plena Amazonía, para tratar de renovar esos compromisos. La cita se dará del 6 al 21 de noviembre con la presencia de 198 representaciones de países.
En el caso de la Argentina es muy poco lo que se discute oficialmente. Hay que recordar que el presidente Javier Milei, declarado opositor a este tipo de agendas ambientalistas de carácter global y aliado directo de los Estados Unidos (un país que en general ha violado los compromisos sobre emisiones acordados previamente) ordenó retirar la delegación oficial dela COP29, que se realizaba en Bakú, Azerbaiyán.
En este contexto debe ser leído el comunicado que emitieron este martes 34 entidades y cámaras de la agroindustria argentina, incluida alguna muy cercana a Milei como la Sociedad Rural Argentina (SRA).
“Las entidades firmantes queremos dejar sentada nuestra posición. La cadena agroindustrial de la Argentina fue, es y seguirá siendo parte de la solución a los desafíos planteados, brindando al mundo alimentos sanos, nutritivos y producidos de forma sostenible”, dice este conglomerado de 34 asociaciones.
Párrafo previo, ese colectivo había marcado que “la comunidad internacional está atravesando momentos complejos, con grandes desafíos”, y que “dos de ellos guardan una directa relación con la cadena agroindustrial”.
- En primer término, la FAO indica que aproximadamente 673 millones de personas sufrieron de hambre crónica a nivel mundial en 2024, es decir, el 8,3% de la población mundial.
- En segundo lugar, el sexto Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) indica que existe evidencia creciente sobre el rol determinante de las actividades humanas en el calentamiento global. Además, remarca que, si no se toman medidas urgentes, los impactos serán irreversibles.
En este punto, la agroindustria argentina se plantó en la necesidad de que la Argentina participe activamente de las deliberaciones internacionales para enfrentar ambos fenómenos globales.
No pudo haber sido más clara la alusión al camino que prefiere el sector, que aparece muy alejado al que pregona Milei con sus críticas a un supuesto “wokismo” o progresismo ambientalista.
A contamano, las entidades del agro dicen que “los problemas globales requieren soluciones globales”, y dejan en claro que “el multilateralismo y la cooperación son las más cabales expresiones de la decisión de la comunidad internacional organizada de abordar de manera colaborativa y armónica los desafíos que enfrentamos como sociedad global”.
“Solo de esta manera se encontrarán soluciones eficaces, sostenibles en el tiempo, adecuadas, y con impacto real. Las iniciativas unilaterales no solo resquebrajan la confianza y vulneran el affectio societatis sobre el cual se sustentan las instituciones y reglas multilaterales, sino que nos alejan del objetivo común y generan impactos negativos en otros países, lo cual termina redundando en una espiralización que fragmenta y debilita el multilateralismo”, agregan, en un desafío abierto a la lógica ibertaria.
Insiste el colectivo, que de todos modos toma distancia de las imposiciones contra la deforestación impulsadas unilateralmente por la Unión Europea: “No hay soluciones únicas: por eso, no compartimos ni consentimos las iniciativas unilaterales que pretenden imponer un único modelo productivo, que no respeta las diversidades ni realidades de los diferentes países y regiones. Cada país debe encontrar las alternativas más eficaces para el logro del fin común de un sistema agroalimentario que brinde la mayor cantidad factible de alimentos y de manera sostenible”, dicen.
Respecto del tema del cambio climático, el grupo de 34 entidades afirma que el último reporta del IPCC “remarca que el sector AFOLU (el cual incluye a la agricultura, bosques y otros cambios de uso del suelo) da cuenta del 22% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI), por detrás del sector energía (con 34%) y la industria (con 24%)”.
Pero a la vez apunta que “debe notarse que los problemas del cambio climático son esencialmente derivados de los stocks acumulados de carbono en la atmósfera durante los dos siglos previos, asociados principalmente al proceso de industrialización de los países desarrollados, proceso en el que la región latinoamericana ha tenido una participación no significativa. Por lo que el desafío principal es reducir dichos stocks mediante el secuestro/absorción de GEI”.
Para este sector, entonces, la agroindustria no solo no es el principal responsable del cambio climático sino que:
- Es el único sector que ha dado pruebas fehacientes de su capacidad de absorción de GEI, siendo un sumidero de altísimo valor bajo las condiciones adecuadas.
- Es el principal afectado por el cambio climático. El aumento de temperatura, las sequías, las inundaciones, los incendios y las nuevas plagas y enfermedades, son sólo algunos de los ejemplos de problemas que enfrentan los productores en todas partes del mundo.
- La cadena agroindustrial argentina y de la región ha venido adoptando prácticas y tecnologías que le han permitido aumentar exponencialmente su producción, haciendo un uso responsable de los recursos naturales, dicen citando la Biotecnología, siembra directa, agricultura regenerativa, control biológico de plagas y buenas prácticas agropecuarias, etcétera.
- Reclama que un sistema de comercio multilateral transparente, justo, libre de distorsiones, es indispensable para la seguridad alimentaria (ya que permite llevar alimentos de zonas excedentarias a zonas deficitarias) y para el ambiente (ya que permite a países con escasos recursos o con sistemas de producción no sostenibles a cuidarlos, abasteciéndose de alimentos importados a precios accesibles desde países con mayor abundancia de recursos y capacidades productivas).
- Pide por el pago por servicios ecosistémicos y aclara que “no compartimos el enfoque de penalidad establecido por algunos países, por el cual, se bloquea injustificadamente el comercio si no se cumplen con estándares ambientales unilaterales”, en una clara referencia a la UE.
“En base a ello, entendemos que la próxima reunión COP30 a realizarse en Belem es una oportunidad extremadamente valiosa para que la delegación argentina exponga los aportes que nuestra agroindustria hace a la seguridad alimentaria y la lucha contra el cambio climático”, afirman.
Es decir, le piden a Milei que no le vuelva a dar la espalda a esta cumbre, como sucedió el año pasado. Quizás entre en razones ahora que ha prometido ser más moderado.
Firmaron la carta los Grupos CREA, ASAGIR, ARGENTRIGO, la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA); ACSOJA; MAIZAR, Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), Asociación Semilleros Argentinos (ASA), además de las Bolsas de Cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Chaco, Rosario y Santa Fe.
También lo hicieron la Cámara Algodonera Argentina, la de Empresas de Nutrición Animal (CAENA), la Cámara Argentina de la Industria Aceitera (CIARA), los de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), la de Maíz Pisingallo, la de Productores Avícolas (CAPIA), la de Bioetanol de Maíz, la de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA), la de Legumbres (CLERA), la de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE).
Se sumaron el Centro de Corredores y los Exportadores de Cereales, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA); la Federación de la Industria Molinera, los Acopiadores de Cereales, la Federación Porcina, el Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), la Sociedad Rural Argentina y la Unión de la Industria Cárnica Argentina (UNICA).





