Los olivares de la provincia de San Juan están de festejo, en especial aquellos que integran el Banco de Germoplasma de Olivos del INTA. Fueron plantados en 1944 gracias al trabajo de la Corporación Olivícola Nacional -previo a la creación del INTA en 1956-, y ese organismo los cuida desde hace más de cinco décadas. El motivo del festejo es el reconocimiento que recientemente recibió de la mano del Consejo Oleícola Internacional (COI), por ser el banco de germoplasma de referencia más grande de América. De esta forma pasará a integrar la red mundial junto con las colecciones de España, Marruecos y Turquía.
“Es muy grato recibir el reconocimiento de una organización internacional dedicada, desde 1959, al aceite de oliva y a las aceitunas de mesa. Esta es la única colección de la red del COI que está afuera de la cuenca del mediterráneo y es la única de todo el continente americano”, destacó Carlos Parera, director nacional del INTA.
En la actualidad esta colección cuenta con más de 100 cultivares y alrededor de 1000 plantas, distribuidas en 15 hectáreas. Las accesiones -o unidades de conservación que comprenden semillas o plantas y que se identifican con un código alfanumérico-, llegan casi a las 300 y contiene materiales de excelencia para el resguardo de la biodiversidad. El banco posee variedades de distintas partes del mundo como España, Italia, Grecia, Portugal, Francia, Turquía, Marruecos, Túnez e Irán, entre otras naciones, y en 2022 fue declarado Patrimonio Cultural y Natural de la provincia de San Juan.
“Es importante remarcar la calidad de los trabajos que venimos realizando desde el INTA, los ensayos y también la infraestructura, que no son cosas que se logran de un día para otro, sino se va logrando con los años y también con el apoyo y acompañamiento de nuestra institución, del Gobierno Provincial y de los distintos Ministerios de Agricultura, tanto provincial como nacional Hay plantas que llevan implantadas en San Juan casi un siglo y representan no sólo un patrimonio genético, sino también histórico y cultural para la humanidad”, reconoció Mariela Torres, coordinadora del banco de germoplasma de olivos del INTA.
Y agregó: “Este nuevo estatus que logramos, nos permitirá vincularnos directamente con los equipos de las otras tres colecciones mundiales del COI, lo que derivará en un intercambio de información y de materiales para evaluación. Eso nos brindará la posibilidad de ampliar considerablemente la cantidad de ejemplares que tenemos en evaluación y podremos tener un patrimonio grandísimo, que de otra manera hubiese sido mucho más complicado lograrlo”.
Asimismo, este material estará al servicio del sector productivo para ampliar el espectro varietal que se utiliza a escala comercial para lograr un mayor valor agregado en origen y para evitar el proceso de estandarización varietal que se está acelerando en el cultivo.
¿Qué actividades se realizan dentro de este banco de germoplasma? Todo lo que respecta a la caracterización morfológica, bioquímica y molecular de los olivos, que sirven para formar una base de datos propia y evaluar prácticas de manejo, así como la caracterización agronómica de cada una de las variedades.
“Se hace una caracterización cualitativa visual, planta por planta, se evalúa el potencial productivo de cada una de las variedades presente en la colección y, además, se hace una caracterización elaiotecnia, se llevan al laboratorio y se la analizan características químicas y físicas, que son importantes a la hora de extraer el aceite, por ejemplo”, explicó Pierluigi Pierantozzi, investigador del INTA San Juan y otro de los coordinadores del banco de germoplasma.
Además de estas tareas, gracias convenios con empresas locales, los técnicos logran extraer el aceite para evaluar los rendimientos de cada variedad. También se realiza una caracterización cualitativa en el laboratorio mediante la cual se puede reconocer el perfil de ácidos grasos y antioxidantes para cada planta. En paralelo, se realizan jornadas técnicas destinadas al sector con la intención de dar a conocer los resultados, nuevos cultivares y una degustación de aceites varietales.
¡Muchachos! ¡Ahora nos volvimos a ilusionar!