La vicia villosa ganó rápida fama en el agro argentino porque es una leguminosa muy útil en las rotaciones que incluyen cultivos de servicio o de cobertura, pues aporta nitrógeno a los suelos y feriliza naturalmente el cultivo comercial que la continúe.
Ahora el INTA está presentando una serie de investigaciones que muestran que la vicia puede tener también una gran utilidad económica para el productor que la incorpore, como especie forrajera. En el sudoeste bonaerense, un equipo de investigación del INTA Cesareo Naredo evalúa la incorporación de la leguminosa y “resultados preliminares demostraron que permitió aumentar entre 70 y 100 kilogramos la producción de carne por hectárea”.
Lo anticipó el organismo a través de una gacetilla, en la que aportó pocos detalles porque los mismos serían presentados en la segunda edición de la exposición y jornada de campo Naredo INviTA, que se realiza este fin de semana.
Por lo pornto se anticipo que desde hace tres años, en el partido bonaerense de Guaminí, investigadores de esa experiemntal se enfocan en evaluar el pastoreo de cultivos de cobertura, obteniendo “resultados preliminares promisorios”.
“En los últimos años se incrementó el uso de cultivos de cobertura con leguminosas anuales, con el propósito de mejorar las propiedades del suelo e interrumpir los ciclos de malezas, enfermedades y plagas”, explicó José Arroquy, el director del INTA Naredo. Agregó que a partir de esa situación, evaluaron la incorporación de la vicia en mezclas de cereales de invierno, donde el cultivo de servicio puede ser una fuente complementaria de alimentación de la ganadería, tanto para cría como para invernada.
“La vicia pura o consociada mejora la calidad de la dieta y la producción de carne, aporta fertilidad nitrogenada y mejora los resultados económicos globales de la empresa”, sentenció el investigador.
La Vicia villosa es una especie leguminosa que tiene la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, una cualidad para la mejora de los sistemas agrícolas-ganaderos. La gran virtud que posee, cuando se la siembra temprano, es su gran producción de volumen de forraje, cosa que permite realizar en agricultura un barbecho orgánico, porque cubre muy rápido la superficie del suelo e impide o limita el desarrollo de las malezas.
“Los resultados preliminares de este estudio muestran una mejor performance individual por la utilización de vicia y mayor producción de carne por hectárea cuando la avena es asociada con vicia”, expresó Arroquy quien detalló que este tipo de esquemas “incrementó la producción de carne de 70 a 100 kilogramos por hectárea”.
Esto es más de un 10% en esa región.
Los ensayos en pastoreos se realizaron en julio o agosto, dependiendo del año, con terneras, ajustando la intensidad de uso en base al tiempo de permanencia. “El pastoreo se realizó sobre tres cultivos Vicia (Vicia villosa), Centeno Emilio INTA (Secale cereale) y Vicia + Centeno Emilio INTA”, describió Arroquy quien detalló: “Con base en los resultados, la vicia o la vicia con centeno permitieron una carga de 5 a 6 terneros de recría durante 60 días, desde principios de julio hasta mediados de septiembre. En contraste, el centeno solo tuvo una carga animal inferior por hectárea de esta misma categoría”.
Para la investigación se eligieron dos intensidades de pastoreo: alta y media. En la intensidad media el objetivo era remover aproximadamente el 50% del forraje disponible, mientras que en la intensidad alta el propósito fue cosechar por pastoreo más del 70 % del forraje disponible.
En este sentido, Arroquy indicó: “Los cultivos de vicia y la mezcla con centeno tuvieron mayor disponibilidad de forraje para pastoreo, mientras que en centeno la disponibilidad al momento del pastoreo fue estadísticamente menor a los cultivos restantes”.
El porcentaje de forraje cosechado fue mayor en los tratamientos de alta intensidad y en el cultivo de vicia pura. En tanto que el porcentaje cosechado en promedio fue del 67 % en el tratamiento de alta intensidad y del 55 % en el de baja intensidad de pastoreo.
Por otra parte, en 2021 y 2022 se llevó a cabo otro estudio complementario para evaluar el efecto de la fecha de siembra de avena y vicia sobre la ganancia diaria de peso, la capacidad de carga y la producción de carne por hectárea.
Para esto, se utilizaron 60 terneras Aberdeen Angus (con carga variable de modo tal de lograr una utilización del 80% en todos los cultivos). El pastoreo se realizó en la primera de siembra, desde mayo a junio (47 días). Mientras que, para la segunda fecha de siembra, desde principios de agosto a principios de septiembre (42 días).
En esta línea Arroquy explicó: “El aumento medio diario de peso en ambas fechas de siembra fue superior en los tratamientos de Vicia y Vicia + Avena que Avena sola”.
El consumo de Vicia Ascasubi INTA sola o mezcla con avena produjo un aumento medio diario de peso entre 136 y 179 gramos más por animal comparado con avena sola. Adicionalmente, la diferencia en ganancia de peso se manifestó en ambos períodos de siembra y pastoreo. No hubo diferencias entre fechas y cultivos, ni entre fechas independientemente del cultivo.