Veterano del periodismo agropecuario, Horacio Mazzola últimamente se da el lujo de vivir un tiempo en la localidad de Tres Arroyos, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y otro poco en el balneario de Claromecó, aunque podemos encontrarnos con él cubriendo las múltiples actividades de la agenda agropecuaria en cualquier punto del país. Lo hace desde 1977, aunque recién en 1983 (con el retorno de la democracia) comenzó a especializarse en la información del campo. Se lo puede escuchar en un montón de radios que lo tienen como corresponsal, se lo puede ver en Canal Rural o se lo puede leer en Informe Rural, su propio espacio en internet.
La cuarentena lo encontró en Tres Arroyos, epicentro de la zona más triguera de la Argentina. La cosecha del cereal hace rato que había terminado, pero todavía quedaban lotes de maíz y de girasol por levantar. Mazzola cuenta que en aquel partido bonaerense ha habido una gran cooperación con el poder público para no entorpecer las tareas rurales. “El intendente no tiene problema en ese sentido. Ha cerrado las localidades balnearias para que la gente no vaya a pasar el fin de semana largo. Pero se está trabajando muy bien con el sector agropecuario”, nos contó.
Mirá la charla completa con Horacio Mazzola desde su lugar de cuarentena:
Mazzola nos informó que en esta importante región productiva, los productores se están cuidando bastante de no mandarse macanas, pues hay conciencia. Lo graficó con una frase: “Vos podés ir a trabajar al campo, pero no irte con la familia al campo a comerte un cordero”.
“Acá las agronomías también siguen operando sin problemas, porque trabajan todo por pedido, mediante whatsapp o correo electrónico. Se están extremando todas las medidas. Lo que se puede llegar a complicar algo es el tema del banco el lunes”, informó Horacio, quien como en otras regiones del país ve que la crisis del Coronavirus ha provocado tensiones en la cadena de pagos vinculada al sector agropecuario.
Una consecuencia impensada de los controles montados en algunas zonas rurales del sur bonaerense, que además de tener muchos bovinos tiene gran cantidad de población de ovinos, es que habría cesado un frama cotidiano que padecen los productores: las carneadas ilegales en el campo. Según Mazzola, “se cortó todo el malandranaje, el abigeato. Al estar cerrados los caminos, (quienes provocan esos hechos) no tienen por donde salir, pues hay varios caminos de tierra con terraplenes y solo se accede por un camino”.