Desde el gobierno nacional se difundió esta tarde una fotografía que confirma que Javier Milei, el presidente electo este domingo, ya tiene un equipo casi designado para trabajar en la Secretaría de Agricultura. La fotografía también confirma que hay buena onda para hacer una transición ordenada en ese sector del Ministerio de Economía.
“En efecto la reunión existió y fue muy agradable y franca. Nosotros solicitamos información que nos fue brindada y sobre otra vamos a seguir la semana que viene conversando”, contestó Fernando Vilella, quien sería designado como nuevo secretario de Agricultura a partir del 10 de diciembre, ante una consulta de Bichos de Campo.
Quienes recibieron a Villela y sus dos principales colaboradores en la elaboración de la propuesta agropecuaria de La Libertad Avanza, los productores Pedro Vigneau y Germán Paats, fueron nada menos que el secretario de Agricultura saliente, Juan José Bahillo, y dos de sus colaboradores más estrechos, su jefe de Gabinete Juan Manuel Fernández Arocena, y el subsecretario de Gestión Administrativa Rosendo Tarsetti.
Según se pudo saber fue el propio Bahillo quien invitó a los referentes agropecuarios a Milei a acercarse al organismo. El entrerriano, que asumió en el cargo en agosto de 2022, convocado por el ministro Sergio Massa, mostró una buena predisposición para iniciar una transición ordenada.
Con la difusión de este fotografía quedó casi confirmado el nombre de Vilella, un experto en bioeconomía y docente de la Facultad de Agronomía, para ocupar ese puesto. Vigneau sería una suerte de estrecho colaborador o coordinador y Paats asumiría como subsecretario de Agricultura. Pero según dijo el propio Vilella a este medio, hay otras 25 personas capacitadas para desempeñar otras funciones en el organismo.
A esta altura, solo el diablo metiendo la cola podría evitar la llegada de este equipo en el viejo edificio de Paseo Colón. La decisión de Milei fue -luego de que se empezaran a filtrar algunos nombres de su futuro gabinete- cortar de cuajo las especulaciones y postergar los anuncios sobre sus colaboradores para el día de la asunción, el 10 de diciembre.
Solo dos cosas podrían alterar los sucesos. Vilella todavía debe reunirse con quien sería su jefe, el ministro de Economía (se supone que sería Federico Sturzenegger), y acordar un cronograma de reducción paulatino de las retenciones a las exportaciones, quizás el tema más sensible para el sector agropecuario. Por el otro lado, podría pasar que Agricultura sea sometida a una discusión de espacios con Mauricio Macri, en el armado del nuevo gobierno.
Más allá de esta avanzada, quedan muchos puestos claves por cubrir en ese espacio. Por caso, falta definir quiénes serán los presidente del Senasa y el INTA, dos organismos con gran cantidad de empleados y despliegue territorial enorme. Según trascendió en medio periodísticos, además, Milei habría pedido ayuda a Macri para cubrir puestos donde no tiene especialistas, como el área de Pesca o el Instituto Nacional de Semillas.
Pero la transición comenzó en buenos términos en Agricultura. Y por ahora Vilella sigue sumando fichas y fotografías. La última entrevista que el catedrático concedió a Bichos de Campo, hace pocos meses, todavía lo mostraba sin cobijo político y predicando sus ideas en el desierto. Por su persistencia y la horfandad de LLA en materia de agro, ahora parece haber encontrado el espacio que reclamaba: