Cuando parecía que los patrones fluviales y estibadores volverían a prestar servicios luego de la conciliación obligatoria dictada por el gobierno nacional en lo que respecta a reclamos salariales realizados a empresas de practicaje, los gremios iniciaron una nueva medida de fuerza, pero esta vez contra las empresas remolcadoras.
Representantes de las empresas armadoras y remolcadoras, junto con autoridades de las agencias marítimas, advirtieron que la continuidad del paro realizado por los trabajadores del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales y del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) generará perjuicios económicos para muchos sectores económicos y para el propio Estado nacional.
La Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA), que agrupa a las principales empresas armadoras y remolcadoras, señaló que por la medida de fuerza de patrones fluviales y estibadores “quedaron detenidas las exportaciones e importaciones por vía acuática, el transporte de hidrocarburos y gran parte del tráfico de cabotaje”.
“La raíz del conflicto es la petición gremial de un cambio en el sistema remunerativo de esta actividad (que se viene aplicando desde hace décadas), el cual, sumado al reclamo de recomposición salarial, que en paralelo también está siendo negociado, se traduce en un incremento salarial extraordinario que afecta a uno de los sectores más castigados por la crisis que atraviesa la Marina Mercante Nacional”, apuntó FENA por medio de un comunicado.
Por su parte, las autoridades del Centro de Navegación, entidad que agrupa a las agencias marítimas, solicitaron formalmente la intervención del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación para que garantice la continuidad de las operaciones portuarias.
El servicio de practicaje, en el marco del conflicto gremial, viene siendo prestado –con limitaciones– por personal de Prefectura Argentina al ser considerado una actividad esencial.
Las dificultades presentes para poder concretar embarques necesarios para obtener divisas genuinas y abastecerse de productos e insumos que no se elaboran en el país, junto con el paro realizado por trabajadores aceiteros y recibidores de granos, están generando un embotellamiento considerable de buques en las principales terminales portuarias argentinas, además de problemas de la cadena de pagos del sector agroindustrial. También provocarán una merma en el ingreso de divisas con el que cuenta el Banco Central (BCRA) para administrar la gestión del tipo de cambio oficial.
Las autoridades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social convocaron a representantes de los gremios aceiteros (SOEA y FTCIODyARA) y de las industrias para el próximo martes 29 a las 11:00 horas en la sede porteña de ese organismo.