El Estado Argentino, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (la ex ONCCA) de la Secretaría de Agricultura, obliga a los exportadores de granos y a todo el resto de los operadores de las cadenas de granos, carnes y lácteos, a obtener y renovar cada año su matrícula en el Registro Único de la Cadena Agropecuaria (RUCA). Se supone que ese registro actúa como una validación de la solvencia y seriedad comercial de cada empresa. Eso además de todo el resto de papeleo que se realiza ante al AFIP.
Pero para la Aduana, que bien podría cruzar esa información disponible con sus propios registros de empresas exportadoras, parece no ser suficiente, en especial en esta época donde la brecha cambiaria es una verdadera invitación a la subfacturación de exportaciones o la sobrefacturación de importaciones. También para maniobras de contrabando.
Más bien, por los antecedentes de la ex ONCCA de haber habilitado en otros tiempos exportadores bastante dudosos (cuando el RUCA estaba al mando del actual subsecretario de Mercados Agropecuarios, Luciano Zarich), la Aduana parece tener dudas si el RUCA es verdaderamente, como debería ser, un filtro adecuado para el comercio desleal.
De otro modo no se entiende por qué motivo la Aduana anunció este jueves que implementará un sistema de alerta temprana para detectar exportadores irregulares de granos y subproductos agrícolas, para evitar que no liquiden ante el Banco Central las divisas obtenidas por sus operaciones.
Al hacer el anuncio, un comunicado oficial incluso habló que la idea era “evitar la utilización de carpetas y sociedades sin sustancia económica que se crean para efectuar operaciones de granos irregulares y no liquidar las divisas al país”.
“Nuestro objetivo es asegurar igualdad de condiciones a los exportadores genuinos y a los productores agrícolas que invierten en el país y pagan sus impuestos, evitando que el esfuerzo legítimo del campo quede en una ganancia financiera de especuladores. Los dólares los tenemos que cuidar para la industria nacional y la generación de empleo”, sostuvo Guillermo Michel, el director general de Aduanas, al hacer el anuncio.
La ofensiva para detectar exportadores que sean sellos de goma se plasmó mediante la Instrucción General 7/2022, mediante el cual la Aduana creará un mecanismo de monitoreo y alerta temprana para evitar el constante incremento de estas falsas empresas que se arman para exportar granos y no liquidar las divisas al país. El monitoreo le permitirá a la Aduana intercambiar información con el BCRA y la Secretaría de Agricultura “en tiempo real” y detectar maniobras de no liquidación de divisas.
“Si la empresa quiere seguir operando deberá garantizar las divisas con un seguro de caución o una fianza, caso contrario será suspendida preventivamente del registro de exportadores hasta que justifique debidamente la no liquidación de divisas”, indicó un comunicado oficial. El caso más resonante de este tipo sucedió hace un par de años con la cerealera Díaz & Forti, que operaba las instalaciones de la malograda Vicentin y fue acusada de no liquidar 312 millones de dólares de sus exportaciones.
Ahora hay un nuevo grupo grupo de supuestos exportadores irregulares sobre los que la Aduana está trabajando, que incluye a 50 empresas exportadoras de granos que no liquidaron 315 millones de dólares, según la información disponible. “Estas empresas ya fueron suspendidas del registro de exportadores y no podrán seguir operando”, informó el organismo, que lamentablemente no ofrece información sobre la identidad de esas sociedades.
“La maniobra irregular está fuertemente concentrada en los 10 primeros exportadores suspendidos que concentran más del 77% de las divisas sin liquidar”, indicó Aduana, que señalaron que el paso siguiente es investigar la capacidad económica de cada una de las empresas y denunciarlas por la no liquidación de divisas y, si corresponde, por lavado de activos notificando de esto a la UIF.
El RUCA, bien gracias. Seguramente allí estén figurando todavía muchas de esas sociedades. En rigor, hay en la actualidad unas 750 empresas de ese tipo. Una enorme cantidad respecto de la cantidad real.