El desarrollo de nuevos cultivares de caña de azúcar es una tarea que lleva aproximadamente 12 años entre las diferentes etapas de ensayos, análisis y selección. Un equipo de investigadores del Programa de Mejoramiento Genético del INTA Famaillá, Tucumán, obtuvo dos nuevas variedades inscriptas para su uso comercial.
Las variedades INTA NA 03-663 e INTA NA 03-617 poseen un rendimiento de entre 70 y 85 toneladas por hectárea y, aunque son más exigentes en suelo, se destacan por su precocidad madurativa en comparación con las variedades más cultivadas, informó el organismo tecnológico.
Arturo Felipe, especialista del INTA Famaillá y uno de los obtentores, destacó que “es clave proveer de variedades de caña de azúcar de elevado rendimiento cultural y fabril, resistencia a las principales enfermedades que atacan al cultivo y con adaptación a las diversas condiciones climáticas que abarca este cultivo en el país”. Y agregó: “Esta misión es de vital importancia en un contexto en el cual es necesario contar con una mayor diversificación de los cañaverales para favorecer la sostenibilidad del sistema productivo”.
En Tucumán hay alrededor de 300.000 hectáreas de caña de azúcar. Este es un cultivo tropical con ocurrencia de heladas, por lo que los cultivares se adaptan a un ciclo corto de crecimiento –8 a 10 meses–, y cuenta con una diversidad de ambientes muy marcados en poca distancia. Se pueden distinguir 3 grandes zonas: pedemonte, parque chaqueño y llanura deprimida (salina y no salina).
“Lo que buscamos es que las variedades tengan la plasticidad suficiente para tener un buen comportamiento general en todos los ambientes, pero las caracterizamos si sobresalen en alguno en particular. Esto tiene que ver, específicamente, con los tipos de suelo que hay en cada uno de ellos”, explicó Felipe.
Las dos nuevas variedades, que fueron inscriptas para su uso comercial recientemente en el INASE (Instituto Nacional de Semillas), ya están implantadas en los campos productivos con un período óptimo de cosecha de mayo a agosto. Destacan por su precocidad madurativa, donde para el inicio de zafra en mayo–junio presentan buenos valores de rendimiento fabril, un valor muy importante que indica la cantidad de azúcar que se puede fabricar dentro del ingenio.
“Las letras de los nombres de las variedades identifican a los centros de mejoramiento. Así está establecido en todo el mundo. Originalmente nuestras siglas eran Fam (por el nombre de la experimental Famaillá) y, hace algunos años, las cambiamos a INTA. Además, en Argentina hay dos centros más: uno provincial “EEAOC”, que utiliza las siglas Tuc (Tucumán), y otro centro privado en Colonia Santa Rosa, Salta, que depende de algunos ingenios de Salta-Jujuy y sus siglas son NA (norte argentino)”, describió Felipe.
“Con los nuevos cultivares, también apuntamos al desarrollo de características específicas que superen a las variedades utilizadas en la actualidad como la gran tolerancia al vuelco que presenta 03-617 o la uniformidad de tallos a cosecha de 03-663”, agregó el especialista.
Las principales características productivas, fitosanitarias y morfológicas, de la variedad INTA NA 03-663 son vainas de color verdoso y fuertemente adheridas al tallo, entrenudos de diámetro intermedio y color verde amarillento, porte erecto, macollaje alto y follaje denso de color verde claro. Con respecto al comportamiento productivo, muestra un rendimiento cultural de entre 70 y 85 toneladas por hectárea, buena adaptación a suelos húmedos y fértiles, también a la cosecha mecanizada con un despunte uniforme.
En cuanto a plagas y enfermedades, es tolerante a estría roja, mosaico, escaldadura de la hoja y carbón; asimismo, medianamente susceptible a raquitismo de las socas y medianamente tolerante a roya marrón.
Por su parte, INTA NA 03-617 cuenta con vainas de color verde amarillento con manchas color púrpura, entrenudos color púrpura de elevada serosidad y alineación en zig-zag moderada, macollaje intermedio, buena altura y porte erecto. También presenta un rendimiento cultural de entre 75 y 85 toneladas por hectárea. Tiene buena adaptación a suelos húmedos y fértiles y muy buena tolerancia al vuelco. Es tolerante a estría roja, mosaico y carbón; y medianamente a roya marrón y escaldadura de la hoja.