El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) reconoció como Indicación Geográfica (IG) a la localidad bonaerense de Balcarce. El presidente del INV, Martín Hinojosa, firmó la Resolución 11/2022, publicada en los últimos días en el Boletín Oficial.
La solicitud del reconocimiento, registro, protección y derecho a uso de la denominada Indicación Geográfica (IG) Balcarce fue realizada por La Gloriosa SA, del empresario Jorge Pérez Companc, quien posee desde 2013 en la zona la bodega Puerta del Abra, en la que produce vinos de alta gama. La IG Balcarce se suma así a las otras dos IG que posee la provincia, Chapadmalal y Villa Ventana.
La norma reconoce el área solicitada bajo el nombre Balcarce como Indicación Geográfica de la Argentina tras haber cumplido los requisitos de la presentación. Entre ellos, hubo una serie de estudios realizados por el organismo que permitieron comprobar que el área de producción está formada por terruños con cualidades distintivas, aptos para la producción de vinos de calidad.
La Indicación Geográfica es el nombre que identifica a un producto originario de una región de producción delimitada y sólo se justifica por la INV cuando determinada calidad u otras características del producto, son atribuibles fundamentalmente a su origen geográfico.
Se trata de un suelo con placas de calcáreo poroso, un microclima diferente generado por las sierras y los vientos del lugar, y una cercanía al mar que le otorgan características especiales. Las sierras de Balcarce forman parte del plegamiento del Sistema de Tandilia, y se encuentran unidas por una sólida base pétrea de granito y cuarcito.
Fundada en 2013, Puerta del Abra produce actualmente siete variedades de uvas en 12 hectáreas de El Vallecito, un campo ubicado en el camino entre Balcarce y Mar del Plata. El proyecto actualmente tiene en producción desde 2016 las variedades Chardonnay, Riesling y Albariño, dentro de las blancas; y Pinot Noir, Bonarda, Cabernet Franc y Tannat, entre las tintas.
…eso de despachar D.O. o I.G.P. a gusto del solicitante se parece más a un fraude de ley que al espíritu con que se crearon estas figuras de protección. El único resultado seguro es el descrédito de las mismas a largo plazo.