Los establecimientos ganaderos con más de 300 vacas debieron determinar el estatus sanitario de sus rodeos en lo que respecta a brucelosis antes del 31 de julio de 2021 para poder seguir vendiendo esa categoría con destino a China.
Las empresas con menos de 300 vacas originalmente tenían tiempo hasta el 30 de noviembre de 2021 para realizar la Determinación Obligatoria del Estatus Sanitario (DOES) que las certificara como libres de brucelosis. Pero, debido al bajo cumplimiento, esa fecha fue pasado primero al 28 de febrero de 2022 para luego ser extendida de manera indefinida en marzo pasado.
Pero ahora el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decidió que llegó el momento de aplicar un “corte” definitivo al tema y estableció al 15 de junio de 2022 como límite para que los establecimientos con menos de 300 vacas obtengan el DOES.
Eso implica que los establecimientos ganaderos con menos de 300 vacas que no hayan presentado la DOES ante el Senasa al 15 de junio, a partir de esa fecha deberán comercializar hacienda con la leyenda “No Apto China” en el Documento de Tránsito Electrónico (DTe) hasta tanto cumplan con esta determinación obligatoria. Es decir: en los hechos no podrán vender más vacas a los frigoríficos exportadores.
El Senasa, según se indica en la resolución 277/2022 publicada hoy en el Boletín Oficial, entiende que con el 55% de la hacienda con DOES correspondiente a los rodeos con menos de 300 vacas, se ha “logrado un alto cumplimiento” de la norma, con lo cual es factible volver a establecer un fecha para exigir el cumplimiento total de la misma.
Y además indicó que para “la nueva fecha límite (15 de junio) para la realización de la DOES se ha considerado la fecha de finalización de la campaña de vacunación antiaftosa en la mayoría de las provincias de la zona central y norte del país, lo que permitirá un mayor plazo para el cumplimiento de los diagnósticos requeridos”.
La baja adopción del DOES en las empresas ganaderas de menor escala generó, en los hechos, una suerte de “cepo sanitario” que redujo la oferta de vacas disponibles para faena con destino a China, lo que promovió un “contrapeso” formidable al “cepo exportador” implementado por el gobierno nacional con el propósito de “tirar abajo” los precios de la hacienda.
Con la implementación de la norma sanitaria, desde agosto del año pasado los frigoríficos exportadores ya no pueden acceder a todas las vacas disponibles en el mercado, sino solamente a aquellas que sean “apto China”, es decir, las provenientes de empresas ganaderas con la DOES certificada por Senasa.
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