En medio de un creciente nerviosismo de la población y ante la pandemia de Coronavirus que acecha a todo el mundo, diferentes voces de la vida productiva argentina advirtieron a las autoridades de diferentes niveles de gobierno (nacional, provincial y municipal) que no se ponga freno a las actividades agropecuarias en medio de las crecientes restricciones al movimiento de las personas, destinadas a evitar la dispersión del virus.
Muchos políticos, por estas horas, emulan decisiones de sus pares de los países centrales más afectados por esta novedosa enfermedad, sin reparar en una situación que distingue a la Argentina de países como Italia, España, China o Estados Unidos: allá es fin del invierno y se aproxima la primavera, mientras que acá, en el Hemisferio Sur, entramos al otoño y quedan muchos cultivos por cosechar. Especialmente dos que aportan la mayor cantidad de divisas a la economía local, el maíz y la soja.
Por eso, de cara a la reunión entre el presidente Alberto Fernández y los gobernadores, varias voces del agro se alzaron para advertir que sería muy dañino para el país imponer restricciones a la circulación de bienes o personas que puedan afectar las tareas de cosecha, que no se limitan a la pampa húmeda sino que alcanzan a varias economías regionales. Por ejemplo, en Mendoza, quedan al menos 15 días por delante para la recolección de las uvas para vinificar.
Jesús María Silveyra, quien fuera subsecretario de Mercados Agropecuarios del gobierno de Mauricio Macri, pidió aplicar una “doble mirada” frente al sector agropecuario a la hora de tomar medidas contra la expansión de la pandemia en el país. “Frenar el ingreso de divisas cortando las exportaciones, aumentará la crisis económica, a través del incremento del déficit, la emisión monetaria sin respaldo y la consecuente espiral inflacionaria”, advirtió.
Pero además alertó que “detener el abastecimiento de materias primas en el ámbito local atentará contra la seguridad alimentaria, con el consiguiente agravamiento de la crisis social y sus posibles consecuencias en la seguridad interior”.
Sobre el abastecimiento local de mercadería, Silveyra indicó que “frenar toda la cadena de transportes generará pérdidas de ingreso de divisas y desabastecimiento. Teniendo claro lo apuntado precedentemente habrá que pensar en medidas que a la vez cumplan con dos objetivos: frenar la propagación del virus y evitar el crack económico y el desabastecimiento alimenticio, máxime si se desconoce el tiempo de cuarentena necesario para que sea efectiva”.
“Los trabajadores rurales, transportistas, obreros de plantas de industrias alimenticias, mercados concentradores, puertos, cadenas de distribución, están involucrados en la emergencia y deben ser considerados como servidores públicos dado la situación”, reclamó el ex funcionario.
En un contexto de restricciones por el avance del coronavirus, en tanto, Mendoza aclaró que le pidió a la Nación que la próxima batería de medidas preventivas del Gobierno nacional no interrumpa las cosecha vitvinícola ni frutícola. “Cursamos una nota a los ministros Luis Basterra y Matías Kulfas anticipando que es un proceso que no debe interrumpirse por el impacto económico actual y a futuro de una decisión de esta naturaleza”, afirmó el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié.
Es una locura abandonar el cultivo de soja ya lista para cosechar…
Las economias regionales, como el serctor fruticola valletana de rio negro y neuquen se perderá por no terminar con la cosecha debido a que es necesario llevar los frutos a las camaras de frio y su ciclo es corto luego de su recoleccion.