Hace algunas semanas conocimos gracias a las redes sociales, que el principal semillero de soja de Argentina, estaba realizando una incursión en los campo de China, donde comenzó a sembrar algunas de sus variedades.
Con un escueto mensaje y unas fotos, GDM anunciaba su desembarco en los campos asiáticos, con algunas de sus variedades, ya a disposición de los productores que allí deseen sembrar la oleaginosa nacional.
Este paso representa un hito importantísimo no solo para la empresa semillera oriunda de Chacabuco, sino también para el sector agropecuario en general, puesto que lograr introducir una variedad en este mercado, no es algo sencillo, por las cuestiones sanitarias y de mercado que imperan en esa parte de Asia. Además, representa una vuelta de tuerca extraña, ya que la soja, originaria de esa parte del mundo, vino a nutrirse genéticamente a estas pampas, y ahora retorna enarbolando la celeste y blanca.
Para entender el contexto en que se llevó a cabo este hito, hay que repasar un poco la historia de China y en particular su presente.
El mercado al que está accediendo esta empresa está en plena transformación basada a la reciente aprobación de nuevos eventos GMO (modificados genéticamente) y edición génica. Es posible que gracias a estas dos incorporaciones, haya un cambio importante en la forma de hacer agricultura, al igual que sucedió en América.
En China, los productores por su parte tienden de a poco a concentrarse para ser más eficientes y, en este sentido, demandan una mejor calidad de semilla a la industria y mejores prácticas de manejo para las variedades.
En ese escenario de oportunidades ingresó GDM, que está presto a cosechar en esta campaña asiática las primeras dos variedades comerciales sembradas allá, con tecnología genética argentina.
En ese sentido, Fernán Díaz Saubidet, Global Business Development Executive Manager de GDM brindó detalles a este medio de este importante desembarco: “Actualmente ya se sembraron las dos primeras variedades comerciales de GDM, que en este momento se encuentran listas para cosechar y se han destacado por rinde y adaptabilidad. Para nosotros fue un hito importante por varios motivos: por un lado, porque la soja es un cultivo originario de China, por lo cual ir con nuestra genética a ese mercado y agregar rendimiento al agricultor es un gran orgullo. Por otro, China es el cuarto productor mundial en superficie, con lo cual tener presencia allí es para nosotros parte de la visión de ser reconocidos en todos los mercados relevantes donde se siembre soja”.
Este primer pie que GDM pone en Asia, representa un punto de inflexión, ya que se trata del primer desarrollo en ese continente, pero desde donde buscarán expandirse al resto de los países con soja y posiblemente otros cultivos.
Este impulso está lejos de ser una aventura pasajera, ya que según cuenta Diaz Saubidet, el principal objetivo en el largo plazo es estar entre los 3 principales proveedores de genética de soja de China. “Entendemos que una participación de entre el 5% y el 10% dentro de los próximos 5 años es algo posible”, aseguró a Bichos de Campo.
En China se utilizan variedades de grupos triple 0 a 7, siendo las de grupos triple 0 a 2 las más utilizadas, sumando aproximadamente el 65% del área total, concentradas en las provincias del norte de China como Heilonghjiang, Jilin e Inner Mongolia. El rinde medio a nivel país está en el orden de las 2 toneladas por hectárea, pero en las regiones más productivas se pueden alcanzan los 3.500 kg/ha. “Las variedades no GMO con las que avanzamos comercialmente superan en un 15% a las variedades más sembradas”, asegura el directivo de GDM.
Si bien la cosecha de las sojas argentinas en China no comenzó aún, desde la compañía aseguran: “Hasta ahora recibimos muy buen feedback respecto de la performance de nuestras variedades a campo, tanto por tema sanitario como por el rinde que agregan, validando lo que evaluamos a nivel de testing en etapas previas. A su vez, por la historia y fuerte presencia que tenemos en Sudamérica, se abren puertas y se genera una gran expectativa sobre lo que GDM puede hacer y adicionar en términos de valor para los agricultores chinos. Por ahora, estamos comercializando variedades no GMO pero estamos previendo comenzar con variedades GMO a partir del 2027”.
Como si el desembarco de la genética argentina en China fuese poco, Diaz Saubidet anunció que se la compañía se encuentra presta a desarrollar el mercado de maíz principalmente en Sudamérica, algo esperable luego de la adquisición de las operaciones del semillero alemán KWS.
Comenzó formalmente la fusión sudamericana entre GDM (Grupo Don Mario) y el semillero alemán KWS
Al respecto, Saubidet explica: “Nuestro plan estratégico está centrado en desarrollar el negocio de maíz en Sudamérica y de girasol en Europa, consolidar nuestro posicionamiento en soja (estamos en prácticamente todos los países donde es un cultivo relevante), avanzar en las relaciones comerciales con China y continuar la expansión geográfica y de cultivos extensivos. Siempre enfocados en el mejoramiento genético, considerando de suma importancia el respeto por la propiedad intelectual y la sustentabilidad a nivel mundial”.
Este fue el primer año que los agricultores chinos sembraron variedades argentinas en sus campos. Los productores adquieren las variedades de los distribuidores que a su vez las adquieren de los semilleros multiplicadores con los que está trabajando GDM. La marca con la que se venden las variedades es DONMARIO, pero con alguna adaptación del nombre al mercado local.
Excelente para la empresa que vendió las semillas (dudo que les comprarán semillas por mucho tiempo), excelente para China que logrará su independencia con respecto a éste producto, muy malo para lor productores.