El nuevo escenario geopolítico generado por el conflicto ruso-ucraniano generó un cambio de relaciones de precios que afecta particularmente a los cereales.
La consultora británica CRU, especializada en commodities, acaba de publicar el gráfico que mide la evolución relativa de los precios de diferentes materias primas básicas, donde se refleja que el precio de una canasta de fertilizantes –ajustado a valores de enero de 2020– se encuentra muy alejado del nivel de precios de los principales granos.
Si bien en el último tramo de 2021 se había registrado un fenómeno similar de la mano de la suba de los commodities energéticos, desde comienzos de 2022 esa relación había empezado a acomodarse, hasta que la invasión a Ucrania por parte de Rusia hizo volar por los aires nuevamente los precios de los materias primas energéticas y también de los fertilizantes.
La cuestión es que, con la extensión del conflicto en el Mar Negro, parece poco probable que el problema pueda resolverse en lo inmediato y eso ya está afectando las decisiones de siembra de la próxima campaña agrícola, donde los productores, ante el crecimiento desmedido de costos, optan por reducir área de cereales debido a que se trata de cultivos muy demandantes de fertilizantes.
En Brasil, nación que importa la mayor parte de sus fertilizantes, el problema se transformó en una parte central del gobierno federal, que lanzó un programa nacional orientado a eficientizar el uso de ese agroinsumo crítico para lograr sostener los rendimientos agrícolas.
En la Argentina el problema es doblemente grave porque, a medida que los agroinsumos se van acercando cada vez más al precio real del dólar, los precios de los granos en el mercado interno se alejan cada vez más del tipo de cambio oficial –intervenido por el gobierno– a causa del establecimiento de cupo de exportación y la creación de “retenciones encubiertas” orientadas a financiar diversos fideicomisos.
El problema, lejos de tender a solucionarse, puede agravarse potencialmente si se tiene en cuenta que esta semana el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo en una entrevista televisa al canal C5N que están diseñando nuevas herramientas para capturar “ganancias inesperadas” generadas por el conflicto ruso-ucraniano, lo que muestra, claramente, que se están planificando nuevos mecanismos extractivos para el sector agropecuario.