Ojalá este no quede en la nada, pero se han visto tantos documentos parecidos emanados de la “patria relatora” (es la que escribe bellos proyectos para que luego anuncien los políticos de turno) que nos permitimos dudar de su éxito. Lo cierto es que el gobierno de Alberto Fernández, mientras sus aliados kirchneristas lo cascotean, anunció este martes el plan Argentina Productiva 2030. Fue mediante la Resolución 236/2022 del Ministerio de Desarrollo Productivo, publicada en el Boletín Oficial.
Lo que hace esa norma es definir un comité de trabajo para “elaborar y monitorear la implementación” de un ambicioso plan de desarrollo que, entre sus principales objetivos, aspira a crear 2 millones de puestos de trabajo asalariados formales en el sector privado, reducir en 9 millones la cantidad de pobres y crear 100.000 empresas formales.
El programa se llamará Argentina Productiva 2030. Plan de Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico de Argentina, e incluye varios desafíos o misiones: el quinto está referido al sector agropecuario y promueve “adaptar la producción de alimentos a los desafíos del siglo XXI”. Parece que por ahora el agro local, según los escribas, sigue anclado al siglo pasado.
¿Qué dice ese apartado?
“El objetivo de esta misión es incrementar la capacidad de innovación y adaptación del complejo alimentario argentino a los nuevos patrones de consumo y desafíos ambientales del siglo XXI, a través del impulso de la biotecnología, el agro 4.0, los bioinsumos, la infraestructura de riego, y la alimentación saludable, entre otros”, afirma el anexo que acompaña a la Resolución firmada por Matías Kulfas.
El plan reconoce que “el 60% de las exportaciones argentinas de bienes y servicios provienen del complejo agroindustrial, de modo que esta actividad es determinante -además de en puestos de trabajo y federalismo- en la capacidad de generación de divisas de la economía”.
También advierte que “el cambio climático es un desafío crucial para el agro argentino, al incrementar el riesgo de sequías, incendios y climas extremos que afectan la producción”. En este sentido, considera que “los países desarrollados demandarán cada vez más productos sostenibles en materia ambiental -por ejemplo, con menor uso de agroquímicos- y más saludables, en tanto que los países en vías de desarrollo -particularmente, las nuevas clases medias asiáticas demandarán cada vez más proteínas de origen animal”.
El documento oficial insiste que “ayudar a transformar el sistema de producción de alimentos para volverlo más resiliente ante el calentamiento global y más adaptado a las nuevas demandas globales y locales es, por tanto, imprescindible para mantener la pujanza de uno de los principales sectores productivos del país”.
Este es el documento completo:
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Por ahora se sabe que el titular de la unidad ejecutora del nuevo plan productivo será Matías Schteingart, actualmente director del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
Argentina Productiva 2030 se propone “diseñar una hoja de ruta, concreta y realista, para los próximos años, que genere certidumbre en los actores productivos” y “delinear detalladamente cuáles deben ser tales incentivos para transformar la matriz productiva”.