La próxima campaña fina enfrenta un desafío enorme porque los empresarios agrícolas tendrán que hacer frente a una suba de costos enorme con precios de venta intervenidos por el gobierno nacional.
Argentina, según los últimos datos oficiales disponibles, importó en el mes de febrero pasado solo 56 toneladas de urea a un precio FOB de 1113 u$s/tonelada. Con ese valor, la paridad teórica de importación del fertilizante nitrogenado era el mes pasado de 1165 u$s/tonelada, según indicó un informe de la consultora AZ Group.
En lo que va del presente mes de marzo, debido a los problemas de abastecimiento generados por el conflicto ruso-ucraniano, los valores internacionales de la urea se dispararon.
Fertilizante U$S 1500.
Alimento Balanceado $43 el kg.
Avena U$S 0.50 el kg.
Alquiler en quintales de soja.
La leche, noooo, la leche sigue atrasada, no sabemos que vale en marzo todavía, imagínate, así, de esta manera, no queda un tambo en pie. #sostambos pic.twitter.com/BhUD8D6cYU— Gustavoaugel (@gustavoaugel) March 22, 2022
Ese marco, junto un contexto inflacionario y un marco cambiario inestable en el plano interno, está generando que los precios de los fertilizantes nitrogenados, dependiendo del volumen y la zona, se estén ofreciendo a valores de 1400 a 1600 u$s/tonelada.
Aquellas empresas –una minoría– que calzaron insumos hacia fines del año pasado, están en clara ventaja para poder afrontar la campaña invernal de granos finos. Pero en la generalidad de los casos, las empresas agrícolas deben aprovisionarse del fertilizante.
En lo que respecta al fosfato monoamónico (MAP), en el mes de febrero se importaron 1968 toneladas con un precio FOB promedio fue de 952 u$s/tonelada. Con ese valor, la paridad de importación se ubicaba el mes pasado en 1370 u$s/tonelada.
Con los valores actuales, las relaciones insumo/producto de los fertilizantes es muy desfavorable para los cereales de invierno, especialmente para el trigo, debido a que el valor del ese producto se encuentra muy deprimido
Adicionalmente, el aumento de los fertilizantes representa un problema importante para aquellos sistemas ganaderos y lecheros con sistemas pastoriles intensivos, dado que ambos sectores, si bien tienen costos dolarizados, venden productos cotizados en pesos argentinos.