Tucumán tiembla, porque tiembla su poderoso sector citricultor, que está entre los grandes exportadores de limones del mundo. Luego de varios años de resistencia, la peligrosa enfermedad HLB todavía no llegó a la zona, pero envió a algunos de sus emisarios avisando que sigue muy cerca. Por primera vez se encontraron en este lugar a los insectos que actúan como vector de la bacteria que fulmina los árboles de cítricos. Se trata de un pequeño bicho conocido vulgarmente como chicharrita.
La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) informó al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) sobre la presencia en una planta de mandarina del insecto vector que transmite el HLB. Se trata de insectos adultos encontrados en una planta de mandarina de aproximadamente 4 años de edad ubicada en el patio de una casa de la localidad de Manuel García Fernández, en el departamento de Leales.
La planta, según la información oficial, no presentaba síntomas de Huanglongbing (HLB), la más temible enfermedad de los cítricos a escala global, sencillamente porque no tiene cura y las plantas infestadas con la bacteria deben ser erradicadas de raíz. El hallazgo se realizó en el marco de las acciones conjuntas para la prevención del HLB en el NOA, que llevan adelante el Senasa y la Asociación Fitosanitaria del Noroeste Argentino (AFINOA), integrada por los productores y empaques de la región.
La buena noticia dentro de esta mala noticia (que fue evitada durante varios años por este trabajo sanitario conjunto para mantener a salvo el oasis limonera de Tucumán) es que una vez hecho el hallazgo de la chicharrita también se monitorearon plantas cítricas y trampas cromáticas cercanas, sin detectar la presencia del insecto. C
Como parte de estas acciones ahora se realiza un monitoreo intensivo en el área para establecer su condición en relación a la presencia del insecto vector, que actualmente se encuentra establecida en la Resolución Senasa 875/2020 como ausente del HLB y del insecto vector (Diaphorina citri).
En declaraciones publicadas por Suena a Campo, el doctor Hernán Salas López, director asistente en investigación y tecnología agropecuaria de la experimental Obispo Colombres, aclaró que “sólo se detectó el insecto vector. La enfermedad no apareció”.
El Senasa reduce las áreas bajo cuarentena por el HLB, al excluir a La Banda, en Santiago del Estero
El HLB es producido por una bacteria que se transmite a través del vector. “Es decir, que el vector necesita que haya inóculos, o sea presencia de la bacteria para que se produzca la enfermedad. Afortunadamente, en todo el NOA aún no se detectó la presencia de la bacteria”, amplió.
La Estación Experimental desde hace ya más de 15 años que viene monitoreando la presencia de chicharrita o Diaphorina Citri. En el año 2005 se lo detectó en las provincias de Salta y Jujuy, pero no en Tucumán, donde existen las mayores plantaciones.
“Luego de unos años se detectó el insecto vector en la provincia, en plantas de jardín de la zona de la cárcel. Oportunamente se reportó este caso y Senasa tomó cartas en el asunto. A partir de ese momento se activó el plan de contingencia. El mismo consiste en el monitoreo de plantas hospederas, en radios que se van abriendo para ver cuan disperso está el vector. En el caso de encontrar la presencia del insecto vector, se hace un control químico”, relató Salas.
¿Y qué sucedería si finalmente ingresa el HLB a Tucumán? “Si uno ve las consecuencias que causó esta enfermedad cuando ingresó en Florida, Estados Unidos, o Brasil fueron muy negativas. El impacto en la planta comienza por una fuerte disminución en la producción. Además se encarece el manejo de la finca cítrica. A su vez, requiere tratamiento frecuente con insecticida. Y eso generaría otra problemática, porque la industria citrícola es cada vez más exigente en materia de inocuidad”, señaló Salas.
Mirá este programa de Bichos de Campo para entender la importancia del limón para Tucumán: