El primero de enero, el gobierno de Alberto y Cristina decidió extender el cepo a la exportación de carne vacuna hasta fines de 2023, básicamente con la prohibición de siete cortes de consumo popular que no podrían salir del país y debían ser consumidos en su propia tierra. Entre estos siete capitaneados por el asado, estaba la paleta.
A los pocos días, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, quien insiste en decir que esa y otras restricciones no constituyen un cepo exportador, recibió a la embajadora de Israel, Galit Ronen. Ese es el segundo mercado de la Argentina en importancia, y ha sido uno de los países más perjudicados a partir de junio de 2021 por este tipo de recortes hasta que la Argentina habilitó un cupo especial para la carne producida bajo el rito kosher, que suele provenir del cuarto delantero del animal. Como ese cupo venció a fin de año, Domínguez le prometió a Ronen que la carne para su país “estaría garantizada”.
Pero algo andaba mal en los planes oficiales, y es que Israel suele comprar en Argentina un combo de cortes que incluye a la paleta. Era lo que le decían los frigoríficos exportadores que tienen este tipo de faena: sin la paleta liberada, seguía siendo complicado cumplir la promesa hecha a Israel.
¡Vaya dilema para la política pública!
Mes y medio después, para cumplir su palabra ante la embajadora, Domínguez se ha visto obligado a firmar el primer parche a su cepo exportador, al que él no considera cepo. Se trata de la Resolución 28/2022 que con brevedad dispone: “Exceptúase al Corte Bovino denominado Paleta de procedencia de faena bajo rito Kosher con destino al Estado de Israel, de la suspensión dispuesta por el Artículo 2º del Decreto 911 del 30 de diciembre de 2021”.
Es decir que se quita la paleta de la lista de los siete cortes prohibidos de exporta, siempre y cuando el origen sea un animal faenado con aval de los rabinos y siempre y cuando su país de destino sea Israel.
“La medida adoptada en el presente acto propende a la finalidad prevista de aumentar la producción, generando previsibilidad al productor, y de incrementar asimismo los volúmenes exportables. Resulta estratégico fortalecer nuestros vínculos comerciales con el Estado Israel manteniendo activo el mercado de faena bajo el rito Kosher”, explica la norma que corrige la norma.