La producción paraguaya de soja habría caído a una cifra del orden de 4,0 millones de toneladas, un 58% menos que en 2020/21, debido a la severa sequía que afectó a la mayor parte de las regiones agrícolas del país.
La estimación, realizada por la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), es la más baja desde el ciclo 2008/09, cuando, también debido a una fuerte sequía, la producción de soja cayó a 3,64 millones de toneladas.
Aunque la situación presente en la actual campaña es mucho peor, en términos relativos, porque, con una superficie en la actual campaña de 3,20 millones de hectáreas, el rendimiento promedio nacional previsto es de apenas 1250 kg/ha, la cifra más baja desde que se llevan registros del cultivo.
En la campaña 2020/21, con una cosecha de 9,51 millones de toneladas –inferior a la prevista inicialmente–, se procesaron en Paraguay 2,80 millones de toneladas y se exportaron como grano otras 6,30 millones de toneladas
Este año, con la magra cosecha por lograr, la industria aceitera paraguaya, que cuenta con una capacidad instalada de procesamiento 4,23 millones de toneladas por año, experimentará seguramente un incremento sustancial de la capacidad ociosa.
Por otra parte, la exportación de poroto de soja, que se envía en su mayor a la Argentina en el marco del régimen de admisión temporaria, también se reducirá de manera considerable, lo que representará un desafío para la industria aceitera argentina que suele emplear partidas paraguayas para asegurar un adecuado tenor proteico de los pellets y harinas de soja.
En el último informe de oferta y demanda mundial de granos publicados por el USDA se indicó que la cosecha de soja paraguaya 2021/22 sería de 6,3 millones de toneladas, lo que a esta altura ya se sabe que no es cierto.
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