Siempre fue una discusión dentro de los sucesivos gobiernos si la política de contención a los pequeños productores minifundistas y las comunidades campesinas, que usualmente son sinónimo de pobreza rural y de necesidades básicas insatisfechas, debía corresponde al Ministerio de Agricultura o si, por el contrario, debía pasar a la órbita de Desarrollo Social. Hasta ahora quedó bajo el ala productiva, por aquello de que a la gente es mejor enseñarle a pescar que darle pescado. Pero hasta ahora.
Un episodio impensado en la cada vez más dura interna del oficialismo reveló ahora que al menos existe un proyecto para mover la Secretaría de Agricultura Familiar, Indígena y Campesina, una de las tres grandes áreas en que se divide el Ministerio de Agricultura, hacia otro territorio del Estado. Pero no sería el Ministerio de Desarrollo Social sino una agencia especial vinculada a la economía social, pues integraría tanto este organismo con el INAES (Instituto Nacional de Economía Social, que atiende los asuntos de mutuales y cooperativas) y también la actual Secretaría de Economía Social.
Todo todo a la medida del Movimiento Evita, el grupo de ex piqueteros liderado por Emilio Pérsico y que ya tiene influencia en todas esas áreas de gobierno. Tanta influencia que la de Agricultura Familiar fue la única de las tres secretarías del Ministerio de Agricultura en la que el actual ministro Julián Domínguez no se animó a poner funcionarios propios. Es territorio del Evita y está plagado de militantes. A otra cosa mariposa.
Quien denunció en las redes sociales la intención de desmembrar la cartera agropecuaria para quitar Agricultura Familiar de la órbita de Domínguez y trasladarla a una nueva Agencia del Estado fue nada menos que el actual presidente del Mercado Central de Buenos Aires, Nahuel Levaggi, quien además lidera la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).
La UTT, junto al MTE de Juan Grabois y el Movimiento Evita de Pérsico y el Chino Navarro, fue uno de los movimientos sociales que, desde el sector agropecuario, se opuso a las políticas de ajuste de Mauricio Macri -que despidió cientos de personas de la Secretaría de Agricultura Familiar- y se alineó con el kirchnerismo tras la candidatura de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Hasta allí todo era armonía e incluso estas tres ramas convivieron en un Foro Agrario Nacional, que luego se desarticuló.
Es que a la hora de gobernar cada uno atendió su juego. El Movimiento Evita recuperó el control de la Secretaría de Agricultura Familiar -que ya había manejado Pérsico en el segundo gobierno de Cristina- y colocó allí a Miguel Gómez. Grabois se concentró más en Desarrollo Social y desatendió su frente rural, a punto tal de protagonizar el papelón de la toma de la estancia del ex ministro Luis Miguel Etchevehere junto al Movimiento Artigas. Levaggi, de la UTT, fue premiado con el Mercado Central, donde se concentró en el fomento de la agroecología y las cooperativas de pequeños productores.
Esta difícil convivencia ahora parece estar a punto de estallido, luego de que Levaggi revelara el plan de Pérsico para adueñarse de muchos de los resortes del Estado.
“Con preocupación me llega la información de que Alberto Fernpandez, a pedido de Emilio Pérsico, planea mover la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (a cargo de MIguel Gómez) del Ministerio de Agricultura. Todo con el objetivo de armar una agencia o ministerio donde también estaría la Secretaría de Economía Social y el INAES (a cargo de Alexander Roig, otro militante del Evita). Me pregunto con quién se discute esto”, escribió Levaggi en su cuenta de Twitter.
Con preocupación me llega la información de que @alferdez, a pedido de Emilio Pérsico, planea mover la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (@MiguelAGomezok) del Ministerio de @AgriculturaAR (SIGUE)
— Nahuel Levaggi (@NahuelLevaggi) February 8, 2022
El líder de la UTT, que en la interna oficialista se recuesta más sobre el poder de Máximo Kirchner, añadió: “También remarco que las instituciones del Estado deben estar en función de la política pública para el conjunto. No tienen ser una caja direccionada para las organizaciones amigas, dejando de lado el resto del sector. ¿Esto sería un ministerio para el Movimiento Evita? Qué error sería que la política de una secretaría que debiera entender al sector como sujeto productivo, pase a ser parte de un armado subsumido a una visión urbana y de asistencia”.
“Las familias pequeño productoras deben recibir acompañamiento por parte del Estado en el marco de un plan de desarrollo agrario, de producción y de abastecimiento. Horticultores, tamberos, ganaderos, pescadores, campesinos, apicultores…El mensaje es claro, Julián Domínguez, son todas familias que necesitan urgente un Ministerio de Agricultura activo y con una visión de Soberanía Alimentaria”, añadió el dirigente social, interpelando también al ministro y sugiriendo que estaría de acuerdo con ceder un área tan importante de la cartera agroopecuaria.
Subiendo el tono, como en la discusión en torno al acuerdo con el FMI, Levaggi -que preside una corporación tripartita entre Nación, Provincia y Ciudad- incluso se animó a interpelar directamente al Presidente: “Alberto, te pregunto nuevamente: ¿Con quién discutís algo tan sensible como mover la S.A.F.C.I del Ministerio de Agricultura? Sería un gran error”.