Tras recordar que el Banco Nación “es un acreedor privilegiado” en el concurso comercial que desde febrero de 2020 se lleva adelante tras el millonario default de la aceitera Vicentin, uno de los directores de ese banco público, el economista Claudio Lozano, anticipó un posible rechazo a la propuesta que acaba de presentar la empresa a sus acreedores, y que prevé una quita del 70% en el capital adeudado y el pago de los montos restantes en un plazo de hasta 15 años.
“Si no se arregla con el (banco) no se puede arreglar”, advirtió Lozano, que es uno de los funcionarios más críticos al proceso registrado en torno a Vicentin y militó activamente para que el Estado avance con una expropiación y la creación de una empresa nacional testigo en el mercado de granos. El economista, de todos modos, es apenas uno de los muchos directores que tiene el Banco Nación y que deberán decidir una postura común respecto a la propuesta que acaba de presentar la aceitera a sus acreedores.
Para Lozano, esa propuesta es “claramente inaceptable” pues propondría devolver al Banco Nación los 300 millones de dólares en préstamos en 56 años y con una quita de hasta el 82% del capital. No se sabe de qué manera llegó el economista a ese cálculo, ya que Vincentin habla de una quita del 70% luego de una dolarización de todo le pasivo al tipo de cambio de poco más de 60 pesos por dólar, y el pago del salgo en 14 cuotas, pero recién a partir de un año y medio de plazo.
“Hace unas horas nos vinieron a hacer una propuesta sencillamente inaceptable. Nos proponen recuperar el capital en 56 años, lo cual implica una quita del 82%”, indicó Lozano a Radio Diez de la ciudad santafesina de Reconquista. Según estas singulares cuentas, el Banco Nación solo recibiría 4,5 millones de dólares cuando las deudas que posee el grupo con con entidades del Estado oscila entre los US$ 400 y los US$ 500 millones.
“¿Qué cosa podemos decirle nosotros a la sociedad argentina con todo el dinero que Vicentin tiene ahí del Estado y de la sociedad?, y no solo el Banco Nación: es el Banco Provincia, el Banco Ciudad, es la AFIP”, enumeró el funcionario.
En ese sentido, dijo que “las deudas de Vicentin con el Estado están en el orden de los 400 o 500 millones enterrados en esa quiebra”, y remarcó que la agroexportadora “pretende llevarse todo de arriba”. Lozano insistió en que se trata de una maniobra de vaciamiento, en la que los directivos de Vicentin pretenden “poner otro grupo empresario, quedarse con el 10% de las acciones y hacerles una quita a todos sus acreedores del 70%, y a nosotros del 82%”.
“No se puede ni empezar a conversar”, declaró el funcionario, que aclaró que el directorio del Banco Nación tiene “totalmente decidido defender el dinero que los argentinos han puesto allí. Ya sea siendo parte de la solución, y por lo tanto recuperando el dinero, o habilitando que el Estado tenga que cobrarse siendo parte de la empresa. No es tan difícil de entender la situación”, añadió.
A modo de ejemplo de que existe otra salida, Lozano contó que hasta el momento el BNA ha recibido 16 millones de dólares a través de utilidades de la planta de bioetanol del grupo Vicentin, cuya facturación es una garantía para la entidad crediticia.
“Vicentin recibió 300 millones y no los pagó. El Banco, razonablemente, utiliza la garantía. El problema es Vicentin, no el Banco Nación. Lo que tiene que hacer Vicentin es reorganizar la situación y ver cómo resuelve el problema con sus acreedores, entre ellos con el Banco”, añadió el funcionario.
Por otra parte, criticó al juez que lleva adelante el concurso de acreedores, Fabián Lorenzini, a quien acusó de no hacer “otra cosa que lo que la empresa dice”.
“El concurso está totalmente amañado, conducido por un juez que no hace otra cosa que lo que la empresa dice. El juez no ha querido poner en juego la totalidad de los activos del grupo, que es con lo que deberían responder frente a sus deudas”, dijo Lozano.
Porqué a Vicentin lo ponen contra las cuerdas y a Cañuelas no?