El último informe mensual de estimaciones agrícolas del Ministerio de Agricultura proyectó que las exportaciones de trigo en el presente ciclo comercial 2020/21 serían de 10,85 millones de toneladas, una cifra 110.000 toneladas más elevada que la estimada un mes atrás.
La cifra, no casualmente, casi coincide con los registros de Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de trigo 2020/21, que a la fecha es de 10,81 millones de toneladas, aunque los exportadores llevan compradas 12,60 millones de toneladas de trigo de la presente campaña.
El stock final previsto del presente ciclo 2020/21 es de 1,6 millones de toneladas, lo que significa que existe margen suficiente para “empalmar” la nueva cosecha 2021/22 sin mayores inconvenientes.
También se ajustó la oferta exportable prevista de maíz 2020/21, que ahora es estimada en 38,64 millones de toneladas, un número 140.000 toneladas mayor que el previsto un mes atrás para acomodarlo –tal como sucede en el caso del trigo– con los registros de embarques declarados a la fecha, que suman no casualmente también 38,64 millones de toneladas.
En lo respecta al stock final estimado de maíz 2020/21, el mismo es por demás abundante –6,53 millones de toneladas–, lo que implica que no puede descartarse una ampliación del cupo de exportación, posiblemente en algún momento del primer trimestre de 2022.
El ritmo de los embarques autorizados de ambos cereales se coordina en el marco de un sistema de “autorregulación privado” con vigilancia estatal, en el cual participan exportadores, molinos harineros y acopios.