Un sector del Gobierno, encabezado por el ministro de Ambiente Juan Cabandié, anunció que llevará a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 26), que se va a realizar desde el 31 de octubre en Glasgow, Escocia, metas más ambiciosas para reducir las emisiones nacionales de Gases del Efecto Invernadero (GEI) y de ese modo colaborar a enfrentar el calentamiento global.
Esas propuestas preocuparon al sector agropecuario local, ya que toman muchas de las recomendaciones de los movimientos ambientalistas extranjeros y culpan de una gran parte de la crisis climática actual a las emisiones de gas metano que se registran naturalmente desde la ganadería. Hasta se llega a proponer una reducción del stock bovino local como remedio.
Horas después de que dos de las entidades agropecuarias más influyentes, CRA y la Sociedad Rural, expresaran su repudio a esta manera de ver el problema climático por parte de las autoridades, otro sector del gobierno, encabezado por el ministro de Agricultura Julián Domínguez, intentó detener el “calentamiento rural”. Se reunió con representantes de las diversas entidades rurales y prometió que sus puntos de vista serán tenidos en cuenta en la redacción definitiva de la propuesta nacional ante el COP 26.
“Por indicación del presidente Alberto Fernández…” Así comienza una serie de tuits que publicó este martes el Ministerio de Agricultura, para contar que Domínguez se reunión con directivos y técnicos de AAPRESID y de las entidades agropecuarias “para acordar un documento conjunto en materia de sostenibilidad del sistema productivo argentino y sus desafíos de cara a la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático”. Textual.
“Desde el Ministerio se viene desarrollando una política activa de apoyo a los productores para impulsar la producción cárnica y el aumento del stock ganadero. Como afirma el Presidente, ese es el camino para garantizar el consumo nacional y el aumento de las exportaciones. Nuestra ganadería extensiva es altamente segura en términos sanitarios, eficiente en materia ambiental y de bienestar animal. La seguridad alimentaria pone a la Argentina en un rol central como proveedor de alimentos sanos, seguros, nutritivos y producidos de forma sostenible”, agregó la proclama de la cartera agropecuaria, enfatizando que una decisión del gobierno es incrementar las existencias ganaderas y la producción de carne en vez de achicarlas.
De este modo, Domínguez (un recién ingresado al Gabinete de Alberto Fernández en reemplazo de un cansino Luis Basterra) trató de mostrar que al menos este sector de gobierno no le soltará la mano a los productores en medio de la negociación internacional para trazar nuevos objetivos globales de reducción de GEI.
Allí, los países centrales e industrializados han desarrollado una intensa campaña para intentar depositar las mayores responsabilidades del calentamiento global en las naciones que tienen una gran actividad ganadera (y que suelen ser países en vías de desarrollo), sin reconocer igual o mayor importancia a la contaminación antrópica provocada por la quema de hidrocarburos, tanto en transporte, como en energía y en la industria.
Desde los sectores ganaderos del Mercosur no desmientan que existan las emisiones de metano denunciadas, pero quieren instalar la idea de que así como los bovinos eructan ese gas y se puede culparlos de un porcentaje importante de las emisiones totales, la contabilidad mundial sobre GEI debería tomar en cuenta las “capturas” de carbono que se producen en pasturas o en cultivos extensivos. En el balance, argumentan, la cuenta hasta podría ser favorable para este tipo de economías, cosa que no sucedería nunca con las economías industriales.
.”Todas las medidas y definiciones de gestión tomadas por este ministerio se basan en la opinión de referentes e instituciones técnicas y académicas de prestigio. Nuestra vocación, como hemos demostrado, está en el diálogo constante, tanto a nivel nacional como internacional”, determinó Domínguez como para aclarar que las voces del sector productivo también tienen respaldo académico y deberían ser escuchadas por el Gabinete de Cambio Climático, que anticipó una serie de lineamientos para reducir las emisiones totalmente opuestos a esta mirada de defensa de la ganadería.
“Nos ocupa y preocupa que en el marco de la Ley 27.520, en las estrategias Emisiones de Largo Plazo 2050 y Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático 2030 las propuestas de técnicos y funcionarios nacionales sólo sea restringir actividades, reducir el stock ganadero, limitar el cambio de uso del suelo, sin mostrar los fundamentos que llevan a estos cálculos. Se justifican, erróneamente, alegando que son esfuerzos que se deben hacer por el bien del país, ya que las nuevas reglas de juego del financiamiento internacional exigen esfuerzos voluntarios de los países más severos, condenando de este modo el futuro de las generaciones por nacer”, definieron CRA y la Sociedad Rural en sendos comunicados.
De la reunión con Domínguez participaron de manera virtual y presencial los representantes de Federación Agraria, Martín Spada; de CONINAGRO, Gonzalo Álvarez Maldonado; de CRA, Matias Lestani; de la SRA, Raúl Roccatagliata; de AAPRESID, Alejandro Clot; de la Bolsa de Cereales, Ramiro Costa; y del CIARA-CEC, Gustavo Idígoras.