Por Matías Longoni (@matiaslongoni).-
Este periodista no se alegra porque nadie haya perdido su trabajo. Nadie. Un total de 330 telegramas de despido salieron ayer desde la oficina de empleados del Ministerio de Agroindustria y estaban llegando a sus destinatarios en las primeras horas de estar tarde lluviosa y gris.
Para reducir el impacto de la mala noticia, desde ese organismo aclararon que los despedidos representaban solo el 9% de la plantilla total de personal. Para atenuar el impacto de las protestas gremiales, los funcionarios tuvieron la mala idea de declarar un asueto administrativo desde el viernes y todo el fin de semana. Además se reforzó la custodia policial en torno al viejo edificio de Paseo Colón.
Tengo que confirmar la mala noticia. Mañána hay asueto y este fin de semana se producirán 330 despidos en el Ministerio de Agroindustria, equivalentes al 9% de la plantilla. actual. Los gremios me dicen que habrá dos tandas más de acá a octubre.
— Matías Longoni (@matiaslongoni) April 19, 2018
“Hola Matías… Me llegó el telegrama. Soy una de las bajas de Agroindustria”. Me cuenta un empleado raso de Agroindustria que conocí a mediados de los noventa y ya trabajaba allí. Seguro que no lo hizo entrar ni Kirchner ni Macri, pensé de inmediato. Los ajustes en el Estado suelen tener ese rasgo característico: los telegramas le llegan sobre todo a los que no tienen protección política de ninguno de los gobiernos. No parece ser esta una excepción.
El jueves por la noche, en un seminario en el coqueto restaurante central de la Rural de Palermo, el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, evitó hacer referencia a la que por entonces era la noticia más caliente vinculada a su cartera: el asueto y los 330 despidos. Pero destacó que estaban llevando a cabo un programa de racionalización del gasto publico y que había incluido la reducción del número de subsecretarías y una fuerte reducción de la estructura política. Se supone que allí se ahorraron unos 108 millones de pesos, sobre un total de 279 millones que proyectan como meta de reducción del presupuesto del organismo.
📢 INCERTIDUMBRE INNECESARIA#COMUNICADO de la Junta Interna de Agroindustria ante la amenaza de #Despidos y el decreto de asueto por parte del Ministro @lmetchevehere.
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— ATE Agricultura (@ATEAgricultura) April 19, 2018
No es el primer ajuste que hace el macrismo sobre el presupuesto de este área. En el Presupuesto 2018, mientras el gasto público general se incrementaba 16% respecto de un año atrás, la cartera de Agroindustria (sumando organismos descentralizados como INTA y el Senasa, entre otros) bajará de 17.887 millones de pesos a 17.238 millones este año. Fueron 604 millones de pesos menos, sin contar la inflación. Dos veces más de lo que se intenta ahorrar ahora.
El martes hubo un comunicado oficial sobre este plan de ajuste, que nada decía de los despidos que al mismo momento se estaban decidiendo.
¿Qué datos concretos había sobre ese plan de austeridad?
- Que el Ministerio propiamente dicho “reducirá 49 millones de pesos durante el 2018, distribuidos en una revisión de gastos de estructura edilicia en delegaciones del interior, viajes, viáticos, disminución de la flota vehícular, revisión de contratación de servicios, como así también reducción de alquileres, telefonía, servicios de mensajería y correo”.
- Que se iba a “unificar personal de diferentes áreas u organismos descentralizados” para reducir el peso del pago de alquileres en el interior.
- Que el INTA iba a achicar 65 millones de pesos sus gastos mediante una “actualización de contratos de ART, y revisión de estructura programática”.
- Que el Senasa iba a ahorrar cerca de 105 millones para 2018, en concepto de limpieza, mantenimiento, alquileres, compras y contrataciones, y en gastos de seguridad.
Les comparto mi carta dirigida a los profesionales despedidos hoy en el @AgroindustriaAR. Mi abrazo eterno a todos ellos. #bastadedespidos pic.twitter.com/I6bhMhJ9xD
— Julián Domínguez (@DominguezJul) April 20, 2018
La noticia de los despidos en Agroindustria tuvo impacto en diferentes sectores políticos y sectoriales. Algunos lamentaron en serio la situación. Pero muchos otros desplegaron las dosis de hipocrecía y manipulación política tan característica en nuestras clases dirigentes. Un caso fue el del ex ministro Julián Domínguez, uno de los que más contribuyó en su paso por el Ministerio a engrosar el presupuesto y malgastar los recursos (por ejemplo, pagando contratos a muchos ñoquis que luego dieron forma a la estructura política que lo impulso como precandidato a la gobernación bonaerense).
¿Son los despedidos parte de aquellos ñoquis? Permitan que lo ponga en duda.
En una conferencia de prensa realizada en diciembre pasado, dirigentes de ATE habían advertido que la gestión de Etchevehere estaba diseñando un plan para reducir la planta de empleados un “en un 10%”, lo que significarían 600 puestos de trabajo menos. “Sumado a 400 que van a ser jubilados. Esos lugares no van a ser ocupados por nuevos trabajadores”, se denunciaba entonces.
El temor entre sectores gremiales consultados en las última horas era que esta tanda de 330 despidos sea la primera de tres olas, de aquí a octubre, hasta alcanzar una reducción de 954 puestos de trabajo en el Ministerio.