Hace unos pocos días nos arriesgamos a decir que SanCor venía escapando con éxito de las portadas de los medios, y que por primera vez después de muchos años tumultuosos empezaba a reinar la tranquilidad. Pero esa calma parece haberse quebrado luego de que Héctor “Etín” Ponce, secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), emitiera un comunicado en el que expresaba su preocupación por la “dramática” situación de la empresa láctea.
¿A qué dramática situación se refiere el sindicalista? A que SanCor no estaría cumpliendo con su promesa de crecimiento en el procesamiento de leche, y que eso podría conducir a una “eventual desaparición” de la cooperativa tambera.
“Implicará consecuencias negativas cuya magnitud no puede ni debe ser ajena a la responsabilidad que le cabe asumir no solo a los directivos de la empresa, sino también a las Cámaras Empresarias del sector como a nuestro Gobierno Nacional”, sostuvo el dirigente gremial. Atilra, en los últimos tiempos, estuvo pidiendo un plan de salvataje con ayuda oficial para la ex líder del mercado lácteo.
¿En dónde quedó parada la cooperativa SanCor luego de la crisis que casi la borró del mapa?
Esto, sin embargo, no es leído de la misma forma por la empresa, que aseguró días atrás a Bichos de Campo que Sancor “llegó a un resultado operativo neutro y ya no está en una situación crítica”. Si bien es cierto que hoy procesa cerca del 10% de la leche que llegó a procesar en sus momentos de gloria, desde 2019 ha mostrado una estabilidad sostenida.
“La idea es no solamente estar con resultados operativos neutros sino tratar de ganar dinero, certeza y seguridad”, habían indicado desde la cooperativa, haciendo especial hincapié en la necesidad de conseguir nuevo capital de trabajo para crecer en producción.
Para SanCor, este mensaje de Atilra esconde en verdad un descontento ligado al número fijado en la última paritaria de marzo, que fue de un 30% y que quedó desactualizado por la inflación.
Bichos de Campo intentó comunicarse con fuentes de Atilra para confirmar si existen otras intensiones detrás de “la preocupación” de Ponce, y si hay efectivas posibilidades de nuevas medidas de fuerza por parte del gremio.
De forma breve respondieron: “Estamos en plena paz. No hay ninguna medida de fuerza a la vista, de ninguna naturaleza y por ningún motivo. La apertura de paritarias está escrita, en octubre se abren paritarias. Así está pactado desde marzo.”
¿En dónde quedó parada la cooperativa SanCor luego de la crisis que casi la borró del mapa?
Aún con estas aclaraciones, el sector empresario está más que inquieto aunque afirman no temerle al aumento salarial. Sin embargo, los antecedentes en las negociaciones con Atilra y la situación económica actual aportan al temor de un nuevo pedido de aporte solidario o compensación adicional.
Habrá que seguir esperando.