Cuando a fines de 2017 el ex secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet, abandonó su puesto en el Ministerio de Agroindustria, donde había asumido Luis María Etchevehere, muchos pensaron que había problemas de cartel político. En el trasfondo, sin embargo, hay motivos más importantes que los protagonismos. En diálogo con Bichos de Campo, de vuelta en el llano de la política cordobesa, Roulet blanqueó que sus mayores diferencias estuvieron en el modo en cómo el Gobierno Nacional decidió bajar los precios internos de bioetanol, perjudicando a los productores de azúcar y maíz y en beneficio de las petroleras.
“La realidad es que yo ingresé con Ricardo Buryaile y me pareció conveniente presentar la renuncia con el inicio de la otra gestión. También porque es distinta mi visión con el tema etanol, biodiésel y energías renovables relacionadas con biomasa. Yo tengo la idea de la bioeconomía, que lo que se produce en el lugar hay que transformarlo en el lugar. Y vi, de repente, en el andar del gobierno y la toma de decisiones, que no se tomaron ciertas decisiones correctas relacionadas con el tema del bioetanol”. Así de clarito.
Mirá la entrevista con Néstor Roulet:
“Yo creo en las reglas de juego. Si vos no le das previsibilidad al sistema, es muy difícil. La persona a la que nosotros incentivamos a producir (bioetanol) de golpe se encontró conque las reglas de juego cambiaron. Y si bien había que cambiarlas, porque tenían errores conceptuales, (no te olvides que veníamos de la formula de Moreno, que era muy subjetiva), mi propuesta en ese momento era que había que hacerlo de otra manera. Pero se hizo como se hizo. Le va a venir bien a la Argentina, porque se tiene en cuenta la competitividad. Pero para mi en ese momento lo correcto era haberlo hecho de forma gradual, para que de alguna manera se vayan reconvirtiendo todas las empresas”, explicó el ex funcionario.
Sin mencionarlo, así, Roulet criticó el ministro de Energía Juan José Aranguren, quien en noviembre pasado dispuso sin consulta previa con los sectores una baja de hasta 30% en los precios del biocombutible que los fabricantes locales entregaban a las petroleras para el corte obligatorio de las naftas y el gasoil. En el caso del bioetanol que se produce a base de caña de azúcar y de maíz, la medida provocó un revuelo tan grande que Aranguren debió revisarla y aceptar un nuevo análisis de costos.
Roulet además lamentó “que se abandonaron algunas iniciativas que para mi eran importantes, como la mesa sucroalcoholera, y de otras economías regionales”, que permitían una “auto regulación ” en el caso del siempre conflictivo sector azucarero.
La crítica apuntó, veládamente, hacia el actual ministro Etchevhere, quien no se opuso en ningún momento al avance de Aranguren sobre la política de biocombustibles que antes manejaba Agroindustria, sino que hasta desarmó las subsecretaría específica que se ocupaba del asunto en la cartera agropecuaria.
Más allá de las críticas por esta decisión, Roulet aclaró que “sigo trabajando en Cambiemos en la provincia de Córdoba, donde la elecciones que viene vamos a ser gobierno. La Argentina tiene unas posibilidades enormes, lo único que no tiene es políticas de estado estables y claras”, se lamentó.